miércoles, 26 de agosto de 2009

NUESTRO TURNO EN ESTA INCREIBLE HISTORIA

Anoche con la celebración de la santa cena iniciamos nuestra X Conferencia misionera: “Toda la iglesia por toda la tierra”. Este tiempo que iniciamos marcará la salida del primer equipo misionero desde Bucaramanga hacía el campo misionero. Es algo nuevo para nuestra cultura, revolucionario para nuestra sociedad, desafiante para nuestras vidas. América latina y desde luego Colombia, ha sido por más de quinientos años, desde la Conquista, un continente principalmente católico. Como consecuencia de eso, la Biblia permaneció cerrada en nuestros países, Dios fue hecho sinónimo de religión y la orientación de nuestros pueblos no provino de la Voz del Creador sino de las ideas de hombres que sin excepción alguna y sin entrar en discusiones políticas, fracasaron.

Pero hace unos treinta años, tal vez un poco más, un grupo de jóvenes empezó a moverse desde los Estados Unidos hacía América Latina, esta Región que más allá de estar en el corazón de esos valientes, se encontraba en el corazón de Dios. Las dictaduras en Argentina a finales de los 70, el surgimiento del narcotráfico en Colombia a principios de los ochenta, la guerra en el Salvador en toda esa década, entre muchos otros conflictos temerarios en nuestra América del Sur, alentaron a hombres y mujeres que, llamados por Dios, vinieron a cumplir las citas divinas con familias completas, hambrientas de una Respuesta.

En esos hogares y en esos corazones Dios empezó la última etapa de su trato con el pueblo gentil en este zona del planeta y ABRIÓ LA BIBLIA en Centro y Suramérica. Varones como Álvaro Quiroga en Colombia, Julio Contreras en el Salvador, Luis Palau en Argentina, probaron La Verdad y se enamoraron de ella. Jóvenes como Edgar Toquica, Julio Contreras Jr, Rodolfo Garrido, recibieron este precioso manual que Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera tradujeron al español para nosotros. Esos muchachos empezaron a llenar los márgenes de la Palabra de Dios a aplicarla en sus vidas y a predicarla a sus familias. Despreciaron todo lo que olía a mundo y se entregaron por la Causa del Cielo. Todos ellos y muchos más entregaron sus vidas al Señor Jesucristo.

Ahora es nuestro turno. Es tu turno. No es tiempo jóvenes de pensar en acumular riquezas, ni hacer un nombre en el sistema mundial. Ya estuvo bien de pensar en nosotros, de creer que somos el centro de todo y que la vida se puede vivir al margen de Dios. No más de eso. (Está sonando mi celular). Acabo de colgar la llamada que me interrumpió mientras escribía estas líneas. Mira qué bonito: Era Siggy, uno de los líderes de jóvenes de Bogotá, para invitarnos a predicar y cantar como ministerio, en el servicio de jóvenes de la Conferencia Misionera de Bogotá el sábado 19 de septiembre. Y me dijo algo que transcribo casi literal para cerrar con este desafío del corazón de Dios para ti: “queremos que los jóvenes entiendan que ya no hay tiempo de bobear, que Dios ama las almas y este tiempo es nuestra gran oportunidad”.

¿A qué vas a dedicar tu vida los próximos 20 años? Si quieres ir a la fija ÉL ya diseñó el mejor plan: LA GRAN COMISIÓN.

Te esperamos mañana jueves a las 7:00 p.m., el viernes a la misma hora, el sábado y el domingo. Todos juntos jóvenes diciéndole a Dios: AQUÍ ESTAMOS. ¡TODA LA IGLESIA POR TODA LA TIERRA!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias a Dios por nuestros lideres para que su palabra se extienda por nuestra querida Colombia y sean mas los salvos... amén

Laura.

Anónimo dijo...

Dios se manifiesta en gran manera, desde ya lo está haciendo en mi vida. Sé que en esta semana seguirá conquistando nuestros corazones. Hay que corresponderle!

Anónimo dijo...

Que buena forma de resumir nuestra historia. Con solo leer estas líneas el corazón me saltó de emoción y regocijo. Toda la Iglesia por toda la tierra.

Javier.

Beita dijo...

Que buen mensaje, me encantó, motivó, entusiasmó. etc... Desde hace un tiempo siento que vienen cosas muy fuertes para nuestro país, ver el noticiero ultimamente se convierte en un ratico de oración, expectativa y no lo niego, sustico. A pesar de Chavez y las bases de Estados Unidos, seguiremos en cucuta, seguiremos en arauca y donde Dios quiera, y todo lo que venga será necesario para que el corazón de los colombianos vea a Dios. Era en serio, es ahora y está es la oportunidad.

MAC dijo...

Me encantó la conferencia y voy a trabajar desde el ministerio que Dios tenga para mí y ofrendando para apoyar esa obra misionera que creo es la más importante de todas las obras.

Un abrazo a todos.

MAC