jueves, 30 de julio de 2009

JUSTO ES JEHOVA

2 crónicas 12:5-7
“5 Entonces vino el profeta Semaías a Roboam y a los príncipes de Judá, que estaban reunidos en Jerusalén por causa de Sisac, y les dijo: Así ha dicho Jehová: Vosotros me habéis dejado, y yo también os he dejado en manos de Sisac.
6 Y los príncipes de Israel y el rey se humillaron, y dijeron: Justo es Jehová.
7 Y cuando Jehová vió que se habían humillado, fue palabra de Jehová a Semaías, diciendo: Se han humillado; no los destruiré; antes los salvaré en breve, y no se derramará mi ira contra Jerusalén por mano de Sisac.”

En esta historia el rey Roboam dejo a Dios y se revelo contra El. Inmediatamente se ven las consecuencias de su desobediencia pero también un muy buen ejemplo para nuestra vida.

Nunca podemos dudar de la justicia de Dios, nunca podemos pensar por que Dios hizo esto o aquello, Dios es justo y por su justicia es que debemos tener la plena confianza que nuestra vida esta en Sus manos y cualquier cosa que él permita en ella es hecha con un propósito.

Muchas veces es necesaria la reprensión de Dios para cada uno de nosotros, pero ante esto jóvenes, no reneguemos ni le faltemos el respeto a Dios. Humillémonos delante de el reconociendo nuestros errores y faltas.

Como lo dice en el versículo 7, Jehová ve cuando nosotros nos humillamos delante de él, y esa actitud permite que su misericordia se manifieste una vez mas. Ahora, esto no quiere decir que no vaya a haber reprensión por que precisamente por su justicia nos tiene que castigar un poquito y debemos entender que lo hace por que nos ama como un papa a un hijo.

Jóvenes, si hoy estamos pasando por algo malo o al contrario algo bueno, no olvidemos que Dios es justo y sean cuales sean las circunstancias, Dios esta en control.

Nuestra parte es humillarnos delante de El. Arrodillarnos y bajar la cabeza en señal de acatamiento y comenzar a servirle a él con TODA nuestra vida.

El mejor ejemplo fil 2: 5- 8 JESUS

LINDO DIA =)

1 comentario:

MAC dijo...

Hola a todos:

Antes de ser cristiano dudaba de la "justicia" de Dios y más de una vez me atreví a cuestionar sus designio, era terco, testarudo y solo creía en mí y mis leyes. Que equivocado estaba definitivamente, jamás creí arrodillarme y humillarme ante el Rey, venme aquí. Gracias Dios por tu gracia limpiame de mis errores y faltas y sigueme usando para tu obra.

M