En Jueces Capítulo 16 la Palabra de Dios nos enseña acerca de cómo Dalila engaña a Sansón a cambio de dinero que le ofrecen los príncipes de los filisteos. “Jueces 16:5 “Y vinieron a ella los príncipes de los filisteos, y le dijeron: Engáñale e infórmate en qué consiste su gran fuerza, y cómo lo podríamos vencer, para que lo atemos y lo dominemos; y cada uno de nosotros te dará mil cien siclos de plata”.
Dalila aprovechándose de la debilidad de Sansón al estar él enamorado de ella, le pide que le descubra en qué consiste su fuerza… ella le dice que le descubra “cómo puede ser atado”… (Jueces 16:6,10, 13)…
Dalila siguió insistiéndole a Sansón (Jueces 16:15-17 “Y ella le dijo: ¿Cómo dices: Yo te amo, cuando tu corazón no está conmigo? Ya me has engañado tres veces, y no me has descubierto aún en qué consiste tu gran fuerza. Y aconteció que, presionándole ella cada día con sus palabras e importunándole, su alma fue reducida a mortal angustia. Le descubrió, pues, todo su corazón, y le dijo: Nunca a mi cabeza llegó navaja; porque soy nazareo de Dios desde el vientre de mi madre. Si fuere rapado, mi fuerza se apartará de mí, y me debilitaré y seré como todos los hombres”.
Finalmente Sansón descubre el secreto a Dalila y Sansón pierde sus ojos y es llevado “atado con cadenas”…
Siempre que alguien (quien te dice que te ama, tu novio o novia) te pida que hagas algo que vaya en contra de lo que la Biblia dice a cambio del supuesto amor, esa persona no comprende lo que es realmente el amor de Dios y no quiere lo mejor para ti porque es egoísta… En el mundo, los jóvenes le piden a sus novias que le den “su cuerpo” como una prueba de su amor… mucho cuidado con esto… eso no es amor y conlleva al pecado de la fornicación. Hoy la Palabra de Dios te enseña lo que pasó a Sansón… si entregas tu cuerpo, tu virginidad física y espiritual a un joven en nombre del amor, finalmente vas a terminar como Sansón, atado (a), sin fuerza espiritual, apartado del Señor, sin ojos (desenfocado de la vida)…
Cuando recién recibí al Señor Jesucristo conocí a quien es ahora mi esposa. Dios me permitió conocer el amor inocente, puro, verdadero, que todo lo “espera” (porque vaya que tuvimos que esperar para casarnos felizmente en el tiempo de Dios, jejeje). Dios me permitió comprender que su amor es DAR sin pedir primero algo a cambio para luego dar. Dios en Juan 3:16 nos enseña que TODO LO DIO, nos dio a su Hijo Unigénito para que creamos en él y seamos salvos por gracia, sin pedirnos nada a cambio!!
Cuídate de fornicación con tu novia, lleva un noviazgo cristiano, en donde los dos se “guardan” para el matrimonio. Dios te bendiga hoy y siempre!!
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