(2 Timoteo 1:15-18) “Ya sabes esto, que me abandonaron todos los que están en Asia, de los cuales son Figelo y Hermógenes. Tenga el Señor misericordia de la casa de Onesíforo, porque muchas veces me confortó, y no se avergonzó de mis cadenas, sino que cuando estuvo en Roma, me buscó solícitamente y me halló. Concédale el Señor que halle misericordia cerca del Señor en aquel día. Y cuánto nos ayudó en Efeso, tú lo sabes mejor”.
En uno de mis devocionales de la semana pasada estudie la palabra confortar, que en el diccionario significa dar vigor, animar, alentar o consolar y me llama la atención como en varios pasajes de la biblia, esta palabra esta directamente relacionada con la presencia de algún hermano en la fe.
En (1 Corintios 16:18) el apóstol Pablo dice que la visita de Estefanas, de Fortunato y de Acaico, conforto su alma. En (Colosenses 4:8) Pablo le dice a los Colosenses que les envía a Tiquico, para que conforte sus corazones. En (2 Timoteo 1:16) Pablo le cuenta a Timoteo que todos los de Asia lo han abandonado, pero pide a Dios misericordia por Onesiforo, por que muchas veces lo conforto, y en (Filemón 7) Pablo agradece a Filemón, ya que por el, han sido confortados los santos. Y leyendo estos pasajes Dios me hacia reflexionar sobre el amor y el compañerismo que nos tenemos como hermanos. ¿Realmente nos confortamos unos a otros? Con toda seguridad hay muchos hermanos pasando grandes pruebas de salud, pruebas económicas, aún luchas espirituales, hermanos desanimados y tal vez nosotros ni siquiera nos acercamos a saludarlos y mucho menos estamos orando por ellos. Una visita, una llamada, o tan solo un abrazo en el momento indicado, conforta a mi hermano que esta pasando por momentos difíciles.
Ahora, gracias a Dios tenemos a alguien que nunca falla y es Jesucristo, nuestro gran consolador. Siempre estará ahí, confortando nuestros corazones. (2 Tesalonicenses 2:16) “Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra”.
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