jueves, 14 de mayo de 2009

PABLO

Te invito un rato a la chimenea. Pablo organizó la leña, prendió la chispa y sopló suavemente para hacer crecer la llama. La madera empezó a arder y cruje encantadora.
Esta tarde cerramos aquí en Bogotá el encuentro de pastores, misioneros y líderes de las obras La Biblia dice… de Colombia, que transformará la vida de nuestras congregaciones y movilizará creyentes por nuestro País y por las naciones del mundo si respondemos al desafío recibido de ser una iglesia simple.
Todo esto empezó en el corazón de Dios. Luego Él organizó la leña, prendió la chispa y sopló suavemente para hacer crecer la llama en el corazón de Pablo. Ya casi 30 años en Colombia predicando a Jesucristo, viendo cómo El Salvador del mundo se va formando en la vida de los hombres y mujeres que han decidido creerle, recibirle y amarle con pasión.
Pero el último año no ha sido fácil, la salud de Pablo se ha complicado y su ánimo tambalea a causa de las batallas físicas y espirituales abrumadoras que Dios está permitiendo y Satanás está disfrutando ilusionado con obstaculizar a Colombia para Cristo.
Este par de días benditos aquí en Bogotá arruinaran para siempre las ilusiones del diablo. Pablo cerró el encuentro con palabras llenas del Poder del Espíritu Santo que nos pusieron a soñar a todos: “Seremos la iglesia del Dios viviente y mantendremos la Palabra de Dios en alto, visible en toda la tierra, cumpliremos con Colombia para Cristo.”
Ahora en su casa el fuego nos abriga e ilumina la sala, Pablo vuelve a ser Pablo, aún está débil y necesita nuestras oraciones por su salud, pero Dios le está recordando para qué lo trajo a Colombia y que aún queda mucha tierra por conquistar. Está noche estuvo llorando un rato: Es gratitud con Dios, asombro por lo que viene, dolor por los que se han rezagado en el camino, Amor por las almas de los colombianos. Esos ojos azules siguen brillando con toda su fuerza, esas manos generosas siguen preparando pan fresco y ese corazón misionero arde con la llama viva del Espíritu de Dios abrigando este lugar. Una llama viva que es la Luz de Jesucristo en Pablo, en ti y en mí, capaz de iluminar a toda Colombia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Grandes cosas ha hecho DIos en la obra y sin duda ha usado a Pablo...Gracias a Dios por su vida. La Palabra de Dios debe ser preeminente. La obra de Colombia para Cristo es de Dios. Vivamos Colombia para Cristo!!!