¿Cómo esta tu corazón? Parte ll

Un Buen día para todos, espero que estén muy bien y que hayan tenido un buen tiempo con Dios en la cita diaria.

Ayer miramos un pasaje en los Salmos de cómo el corazón puede estar seco y herido y como resultado no comemos y nos desnutrimos espiritualmente, la aplicación principal de este punto se hizo pensando en: la soltería, el noviazgo y mi deseo de casarme. Si te suenan estas cosas y no pudiste entrar ayer te recomiendo que te regales unos minutos y lo leas.

Hoy vamos a continuar con al segunda parte, la lectura de hoy me llevo a ella:

Salmos 106:19-20 Hicieron becerro en Horeb, se postraron ante una imagen de fundición. Así cambiaron su gloría por la imagen de un buey que come hierba.

Los Salmos 105 y 106 nos relatan un resumen del pueblo de Israel, en el pasaje antes escrito recordamos como el corazón de los judíos se desvío, se olvidaron del Dios que hizo delante de ellos maravillas e hicieron su propio Dios, con sus manos, con sus joyas y a imagen de un animal.

Que historia tan triste, su Dios era ahora un buey que come hierba y ni comparable a Jehová de los ejércitos.

Podemos pensar que tan burros los judíos, pero cuentas veces nos portamos como ellos o peor que ellos cuando tantas cosas materiales se nos vuelven un Dios.

El Dios trabajo, El Dios estudio, El Dios televisión, El Dios Cuerpo, el Dios dinero y súmale todas las demás cosas que sabemos pueden llegar a ser mas importantes que Dios.

Cuidémonos jóvenes de postrarnos ante tantos Dioses que el mundo hoy nos ofrece y que desvían o desalientan nuestro corazón.

Les cuento que ayer perdí una Licitación de una cafetería (La terraza) que tenía desde hace más de 6 años, a las 4:00 p.m. abrieron las urnas, solo estábamos dos proponentes y la otra propuesta ofreció mayor arriendo que yo. Les cuento que de verdad estaba muy tranquilo, tan solo sentía tristeza por nuestra hermana en la fe que ya no estaría ganando almas trabajando en este lugar, pero descanse en saber que Dios así lo permitió, sin embargo a las 3:00a.m se despertó Juan Diego y esta vez fui yo a ver que le pasaba, le acaricie la espalda un buen tiempo y se durmió pero ahora el desvelado fui yo, pensaba y pensaba en haber perdido este trabajo y las cosas que pude haber hecho para haberlo ganado, nada quitaba esos pensamientos de mi, ni la oración, ni la labanza mental.

Bueno pues me di cuenta que eso era un Dios, algo que me trasnocho y me robo buenos pensamientos, que me impedían alabar a Dios.

Ya en la mañana me encontré este pasaje y le pedí a Dios que me quitara esos malos pensamientos y que yo pusiera mi confianza y Fe en EL, no en este trabajo y bueno ese falso Dios se fue de mi corazón.

Así que mi hermano analiza tus dioses y recuerda que Jehová es Dios de dioses.

Un abrazo nos vemos hasta el lunes si Dios quiere pues me voy esta noche para Cúcuta.