lunes, 4 de agosto de 2008

Unas historias con Cucuteños

Un saludo muy especial a todos los lectores de este Blog, espero que hayan podido disfrutar de la comunión con Dios y los hermanos en la Iglesia.

Como les dije el sábado este fin de semana salí a misiones a Cúcuta, todos ellos estaban muy contentos por la reunión que habían tenido juntos el fin de semana anterior (se reunió toda la Iglesia en una finca en chinacota), estaban felices de haber compartido con sus hermanos en la Fe y también animados por ver a nuevas personas en la Iglesia.

Nosotros tenemos la oportunidad de vivir esto cada fin de semana y lo bueno sería que nunca perdiéramos ese amor de las primeras reuniones, que cada vez que entráramos a la iglesia sintamos el gozo de poder compartir un buen tiempo familiar.

En resumen el viaje fue muy bueno, los hermanos cada uno en su discipulado, y nosotros animándolos, apretándolos y exhortándolos a seguir fieles.

En este viaje tuve la oportunidad de compartir con algunos cucuteños que no son de la iglesia y te cuento un poco la experiencia con ellos:

  1. En el ventura Plaza (un centro comercial de la ciudad) hay una plazoleta donde los niños juegan y los papas los miran alrededor, yo me senté alrededor y de pronto ya estaba hablando con una señora, su hija y su nieto, hablamos mucho de niños, de México y por fin llego el tema mas importante de Cristo, que gran sorpresa la mía cuando estas mujeres también eran cristianas, entonces una gran sonrisa llego a nuestras caras y la conversación era totalmente de Dios, entre las muchas cosas que hablamos te comparto una que me impresiono: la mamá del niño es una mujer de 35 años nacida en hogar cristiano, salio a hacer unos estudios de especialización a México y se caso (yugo desigual) vivieron en México un buen tiempo y hoy se devolvieron a Colombia, para intentar salvar un matrimonio que esta acabado, la madre de la hija me decía: “yo le advertí a esta hija pero como a veces los jóvenes son sordos y no escuchan” la madre me contaba como esa convivencia en yugo desigual es difícil. Te cuento esto joven para que analices tu vida amorosa y pienses muy bien con quien estas o quieres estar, esta mujer me contaba como su esposo se “bautizo” pero por complacerla a ella porque de vida cristiana nada. Así que no solo alguien que aparente ser cristiano (a) sino un genuino y sincero cristiano (a)
  2. El domingo en la tarde salí con Eduardo, yo lo conocí en la Uis, cliente fiel de Iraka, ingeniero industrial que después de graduarse volvió a su tierra Cúcuta, fue una tarde chévere, escuche a este hombre hablar de algunos países y sus experiencias vividas, este hombre es un amante de los libros y claro por ese lado le entre para hablarle de la Biblia y de Jesucristo, el fue muy receptivo, le ofrecí los estudios bíblicos y le pareció bonito pero nunca me dijo un si, o un quiero hacerlo, pues bueno esa tierra toca con calmita seguir abonándola en amistad para volver a echar la semilla.
  3. En el bus de vuelta a Bucaramanga me encontré en la silla de al lado con una mujer bien especial, chistosa, rara, amigable etc. Hablamos por mas de dos horas de viaje y yo le escuche mil historias de su trabajo en la política, de su familia, sus viajes, de los curas, las monjas etc., cada frase de esta mujer venía con una palabrota, escucharla me daba mucha risa (gracia por favor no me malentiendan) y bueno también tuvimos la oportunidad de hablar de Dios, yo le pregunte que si se llegara a morir para donde se iría y ella me dio las respuestas que sus amigas monjas le han enseñado, pero no me hablo de ella, entonces yo aproveche para hablarle de mi amor a Dios y de lo que he leído de la Biblia y le hable de la salvación, fue un momento muy relajado ya que ella nunca pensó que yo era cristiano (pienso yo) sino me decía que le impresionaba escuchar lo que decía la Biblia y mi forma de pensar, entonces hablamos un buen tiempo y luego ella me cambio de tema y listo llegue a buca y ella seguía derecho para otra ciudad, yo le regale un tratado y espero que lo lea y entienda lo que le intente explicar en el Bus.

Le doy gracias a Dios por estas personas que me abrieron su corazón y me permitieron conocer varias personalidades y percepciones de la vida y además por la oportunidad que tuve de hablarles tranquilamente del evangelio.

Ahora a hacer lo mismo acá, me despido un abrazo, COLOMBIA PARA CRISTO.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dieguito, que testimonio tan bonito de su viaje a Cucuta Dios dice en su palabra benditos los pies de los anuncian la paz y así usted lo hizo por la gracia de Dios. Que bueno escuchar buenas noticias de los cucuteños y que siga crreciendo esta obra tan bonita.