jueves, 17 de septiembre de 2015

SU PODER TRANSFORMADOR

Es fascinante ver en el registro bíblico, la forma como Dios literalmente transformó la vida de hombres perversos y malos; quienes finalmente obedecieron a la fe. Ejemplo de esto tenemos en la vida del apóstol Pablo. Miremos algunos pasajes que así lo relatan:

Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo. Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió. Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles. Y hombres piadosos llevaron a enterrar a Esteban, e hicieron gran llanto sobre él. Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel.  Hechos 7:58 – 8:3.

Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén.” – Hechos 9:1-2.

Yo ciertamente había creído mi deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret; lo cual también hice en Jerusalén. Yo encerré en cárceles a muchos de los santos, habiendo recibido poderes de los principales sacerdotes; y cuando los mataron, yo di mi voto. Y muchas veces, castigándolos en todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extranjeras.” – Hechos 26:9-11.

Quizá si hubiésemos vivido en la época de Saulo de Tarso, y estando aún en nuestra condición de creyentes; podríamos haber pensado sobre el imposible de ver a un hombre que actuaba de esta manera, postrado a los pies de Jesús y listo para cumplir con el ministerio que Dios mismo le entregaría.

Desafortunadamente así llegamos a pensar en ocasiones. ¿Mi papá? Nooooooooooo! Durante años me ha insistido que no más con el cristianismo. ¿Mi jefe? ¡Imposibleeeee! Está “tan bien” como está que no creo que necesite del Salvador. ¿Mi _____________? Y pon tu mismo las excusas que en ocasiones sacamos y aun creemos.

Piénsalo por un instante. Saulo asolaba a la iglesia. Respiraba amenazas y muerte contra los discípulos del Señor. Consintió en la muerte de esteban. Arrastraba a hombres y mujeres y los entregaba en la cárcel. Dio su voto para que mataran a los santos  y otras tantas maldades más. Aun así, Dios le amó, le buscó y le salvó. Léelo tú mismo en el libro de los Hechos de los apóstoles. Para la muestra un botón:

Ocupado en esto, iba yo a Damasco con poderes y en comisión de los principales sacerdotes, cuando a mediodía, oh rey, yendo por el camino, vi una luz del cielo que sobrepasaba el resplandor del sol, la cual me rodeó a mí y a los que iban conmigo. Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.  Hechos 26:12-18 

Ni más ni menos. Ese es el poder transformador de nuestro Buen Dios. No hay excusa alguna para rotular a un inconverso con el título de “imposible para Dios”.

Un abrazo y nos vemos mañana,

Javier.

No hay comentarios: