lunes, 21 de septiembre de 2015

BENIGNIDAD, MISERICORDIA Y PERDON

“4:31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. 4:32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” Efesios 4:31-32

En estos versículos, pablo le está hablando a la iglesia de Éfeso terminando el capítulo 4 en donde les pide vestirse de esas nuevas personas que son en Cristo.

Estos pasajes resaltaron el día de hoy ya que como consejo final de este capítulo es algo que podemos poner en práctica desde ya, y lo más importante es que tenemos todo el respaldo y la guía de Dios para que así sea.

Hoy no quiero definir que es la amargura, el enojo, la ira, la gritería, la maledicencia o toda malicia. Creo que conocemos muy bien sus significados y esto no quiere decir que quiera restarle importancia a esta porción de la biblia. Es solo que el versículo 32 de efesios 4 nos da una instrucción directa, y  gran parte de obedecer a esa instrucción será reconocer que algunas de  estas actitudes (la amargura, el enojo, la ira, la gritería, la maledicencia o toda malicia), están presentes en nuestra vida.

Hoy quiero que tengas en tu mente estas tres palabras: benignidad, misericordia y perdón.

Palabras que en el mundo de hoy se escuchan mucho pero se aplican tan poco. Si queremos ser luz en este mundo, aplicar estas 3 palabras van a darle la gloria a Dios y a marcar esa diferencia que como hijos de Dios debemos marcar.

Vamos a mirar alguno significados de estas palabras, y lo vamos a hacer no con el propósito de tener un conocimiento con respecto a ellas, si no con el firme propósito de buscar vivir por lo menos una de tantas cosas que vemos de estas palabras.

Benignidad: bondad, benevolencia, delicadeza, dulzura, compasión, docilidad, generosidad, apacibilidad.

Misericordia: piedad, compasión, comprensión, ternura.

Perdón: piedad, compasión, comprensión, ternura, bondad

La conclusión final de la entrada de hoy es que brillemos  siguiendo el ejemplo de quien nos perdonó primero (Dios), y que el resultado final sean  más personas alabando su nombre, reconociéndolo como su salvador y viviendo una vida que se conforme a su voluntad.

“3:12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; 3:13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.3:14 Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. “Colosenses 3:12-14

Lindo día y nos vemos mañana.


Juan

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