domingo, 23 de febrero de 2014

Temiendo por falta de fe.

Buenas noches, esta noche quisiera compartirles una porción de la Palabra de Dios, donde podemos aprender que muchas veces el temor que puede llegar a nuestras vidas, es el resultado directo de falta de fe en las circunstancias adversas que a veces pueden surgir repentinamente.

"Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron.
Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía.

Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos!
El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza.

Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?" Mateo 8:23-27

Jesús, luego de terminar el sermón del monte (Mateo 5-7), realiza una serie de milagros entre los cuales está la sanación de la suegra de Pedro, la cual se encuentra en la casa de Pedro, aquí vale la pena hacer un paréntesis para darnos cuenta que Jesús ama a las personas y en este caso específico a una suegra, si, una suegra es sanada y amada por Dios, entonces, que buen ejemplo de amar a nuestras suegras.

Luego un escriba y uno de sus discípulos quieren seguirlo pero Jesús les cuenta que no será fácil y que él debe ser la prioridad para poderle seguir.

Nosotros tomamos la decisión de seguirlo.
Me llama la atención que el continua con su carrera y sus discípulos íntimos, luego de escuchar lo que ha dicho anteriormente a estos hombres, deciden subir a la barca y no quedarse por fuera. Fue una decisión de ellos y en ese momentos tuvieron que escoger entre la seguridad de la orilla o la barca.

"Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron"

La tempestad puede llegar en el momento menos pensado.
Estos hombres no tenían la menor idea, de que en menos de nada, una gran tempestad surgiera, así puede suceder con nuestras vidas y cómo repentinamente una situación adversa puede surgir, pero ¿dónde está Dios en esos momentos? o mejor dicho ¿Qué hace Dios al respecto?... la respuesta es increíble "Dormir".

La reacción humana es totalmente opuesta a la divina. Ellos acuden a Jesús, lo cual sería lo normal en medio de nuestras pruebas, pero el verse derrotados y aún casi muertos no es lo que Dios espera que pase con nosotros en esos momentos.

El temor está ligado a nuestra falta de fe.
Jesús les hace una pregunta ¿Por qué teméis, hombres de poca fe?
¿Por qué sentirse derrotado?, ¿por qué creer no llegará la respuesta a esa petición?, por qué creer que no hay salida?, Jesús da la respuesta, por la falta de fe, por no creer o recordar las victorias pasadas (milagros) y por no creer su palabra.
Cuando dejamos de creer todas las palabras de Dios, cuando nos alejamos de Dios y su voluntad, cuando nuestra cita diaria empieza a menguar, empezarán a surgir temores. Situaciones adversas siempre habrán, pero Jesús las venció todas, debemos confiar en eso.

"Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado" Hebreos  4:15

Entonces, ¿qué creo?.
Luego Jesús les muestra, no solo su autoridad sobre toda la creación, sino les muestra el cuidado, amor y protección que Él tiene para ellos.

Él se levanta y reprende lo que asusta (les hace sentir temor) en ese momentos a los discípulos y luego llega la calma. Repentinamente llegó y repentinamente desapareció por el poder de Dios. Esto trae asombro a la vida de sus discípulos y Jesús les permite conocerlo más.

Creamos en cada palabra que Dios tienen para nosotros en la Biblia, y asegurémonos que nosotros le estamos siguiendo a Él y no Él a nosotros, por que si viene la tormenta y Él no está en esa barca, seguramente habrá naufragio.

Si hemos decidido seguirlo y subir a esa barca que solo Dios sabe qué traerá, podemos estar seguros que sin importar  las circunstancias que podamos vivir, Él irá acompañándonos y animándonos a creer que no solo puede cuidarnos, sino que es capaz de cualquier milagro en ese viaje.

Será que la actitud correcta de los discípulos era entonces dormir, parece que no, era creer, ya que igual debían seguir remando para llegar a la orilla.

Un abrazo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena enseñanza, solo una aclaración: no era la suegra de Jesús, él no la tuvo. Era la suegra de Pedro y debemos amar no solo a las suegras, sino a todo ser humano(Al prójimo)... Gracias :)

Anónimo dijo...

Anònimo,

Si lees bien el texto, claramente dice que sanò a la suegra de Pedro.

Un abrazo,

Javier Reyes.