sábado, 22 de febrero de 2014

¿TE FALTA SABIDURÍA? PÍDELA A DIOS


En abril del año pasado escribía sobre la sabiduría, en ésta ocasión el Señor me mostró el siguiente pasaje: Santiago 1:5: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.”, es así como  aprovecho para retomar algunos apuntes y compaginarlos con el versículo expuesto, donde el Señor nos enseña:

1.     La escasez de sabiduría

El mundo actual se jacta de encontrarse en el estadio más elevado del conocimiento de toda la historia de la humanidad, aparentemente la ciencia moderna enmarca el  universo de discernimiento metódicamente estructurado, con patrones regulares, razonamiento, experimentación, construcción de hipótesis, principios, leyes y sistemas organizados. Sin embargo la realidad para Dios es otra, miremos las características de la sabiduría humana para el Creador:

I de Corintios 3:19: “Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos.”

Santiago 3:13-15: “¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.

2.     El deber de orar para suplir esa necesidad

El ejemplo más hermoso de un hombre sometido a Dios para enfrentar al mundo y desempeñarse en él es el del Rey salomón, recordemos esta petición tan especial contenida en II de Crónicas 1:7-13:Y aquella noche apareció Dios a Salomón y le dijo: Pídeme lo que quieras que yo te dé. Y Salomón dijo a Dios: Tú has tenido con David mi padre gran misericordia, y a mí me has puesto por rey en lugar suyo. Confírmese pues, ahora, oh Jehová Dios, tu palabra dada a David mi padre; porque tú me has puesto por rey sobre un pueblo numeroso como el polvo de la tierra. Dame ahora sabiduría y ciencia, para presentarme delante de este pueblo; porque ¿quién podrá gobernar a este tu pueblo tan grande? Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto hubo esto en tu corazón, y no pediste riquezas, bienes o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia para gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por rey, sabiduría y ciencia te son dadas; y también te daré riquezas, bienes y gloria, como nunca tuvieron los reyes que han sido antes de ti, ni tendrán los que vengan después de ti. Y desde el lugar alto que estaba en Gabaón, delante del tabernáculo de reunión, volvió Salomón a Jerusalén, y reinó sobre Israel.”

Siguiendo los pasos del Rey Salomón y como creyentes debemos ser dependientes y sumisos al Señor entendiendo que la verdadera sabiduría proviene del cielo y es a Él a quien debemos orar para obtenerla.

3.     La concesión de Dios 

Finalmente el pasaje estudiado recalca que ante la ausencia de la sabiduría divina, el único y natural camino es elevar la petición al Señor para alcanzarla y Él la concederá.

En este proceso de alcanzar la sabiduría es imprescindible vivir una intima comunión con nuestro Padre Celestial a través de nuestro Salvador Jesucristo y el Espíritu Santo navegando en la Palabra a través de sus múltiples facetas entre las que encontramos entre otras: la lectura bíblica, el devocional diario, el discipulado, la asistencia a las predicas y enseñanzas y el servicio en la obra.

Finalicemos con algunos pasajes claves respecto de la verdadera sabiduría:

Jeremías 9:23-24: “No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.”

Deuteronomio 4:5-6: “Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella. Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta.”

Proverbios 1:7:El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.”

Santiago 3:17: “Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.

Jóvenes, en algún momento de nuestro andar cristiano puede escasear la sabiduría, si se presenta ésta falta, la única solución para hallarla es la de entrar en oración y pedirla a Dios, quien de seguro nos la entregará en abundancia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

QUE BONITO, lo que no entiendo son esos garabatos en inglés ???