Ser cuidadoso en el
servicio al Señor hasta el día que vayamos a su presencia
Somos siervos del Señor y Él quiere que demostremos nuestra
perseverancia hasta el día en que seamos arrebatados o resucitados y gocemos de su presencia teniendo seguridad
sobre la esperanza de la vida eterna y su gloria celestial.
Quiero corroborar esta afirmación con algunos pasajes:
Job 17:9: “No obstante, proseguirá el justo su camino, Y el
limpio de manos aumentará la fuerza. ”
Juan 15:9: “Como el Padre me ha amado,
así también yo os he amado; permaneced
en mi amor.”
Gálatas 6:9: “No nos
cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no
desmayamos.”
Jamás ser perezosos
Dios nos invita a nunca tener
pereza en nuestro servicio y
trabajo en la obra, esta palabra proviene del latín pigritĭa y denota negligencia, tedio y descuido en las
cosas a las que estamos obligados frente a él y significa igualmente flojedad,
descuido y tardanza en las acciones propias de nuestro andar cristiano.
En la Biblia encontramos
varios versículos que confirman esta triste condición:
Proverbios 13:4: “El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el alma de los
diligentes será prosperada.”
Proverbios 24:30: “Pasé junto al campo del hombre perezoso, Y junto a la viña del
hombre falto de entendimiento; 24:31 Y he aquí que por toda ella habían crecido
los espinos, Ortigas habían ya cubierto su faz, Y su cerca de piedra estaba ya
destruida.”
II de Tesalonicenses 3:11: “Porque oímos que algunos
de entre vosotros andan desordenadamente, no
trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno.”
Eclesiastés 10:18: “Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa.”
Y algunos pasajes que nos
recomiendan alejarnos de ella así:
Proverbios 6:6: “Ve a la hormiga, oh perezoso, Mira sus caminos, y sé
sabio;”
Proverbios 15:19: “El camino del perezoso es como seto de espinos; Mas la vereda de
los rectos, como una calzada.”
Romanos 12:11: “12:11 En lo que requiere
diligencia, no perezosos; fervientes
en espíritu, sirviendo al Señor;”
Ejemplos a imitar
Termina el versículo estudiado resaltando la importancia de
seguir el ejemplo de hombres cuidadosos, prolijos y pacientes que perseveran
hasta el fin.
Veamos el caso de Pablo detalladamente enseñándonos a ser buenos
imitadores:
I de Corintios 4:16: “Por tanto, os ruego que me imitéis.”
I de Corintios 11:1: “Sed
imitadores de mí, así como yo de Cristo.”
Filipenses 3:17: “Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros.”
Filipenses 4:9: “Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced;
y el Dios de paz estará con vosotros.”
II de
Tesalonicenses 3:7: “Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis
imitarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros,…”
Jóvenes, el Señor desea que
todos y cada uno de nosotros demuestre en el servicio cuan cuidadosos y
dedicados somos al momento de cumplir nuestras responsabilidades hasta el día
que finalmente estemos en su divina presencia, teniendo plena confianza que
nuestro trabajo será recompensado. Y que no se dé una mala ejecución de
nuestros deberes proscribiendo cualquier asomo de negligencia y todos los
sinónimos que anteriormente detallé siguiendo el ejemplo de Cristo y de hombres
como Pablo, nuestros pastores y líderes.
2 comentarios:
Fuera la PEREZA, adelante con la DILIGENCIA... Gracias :)
Que buena reflexión
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