Es
nuestro deber tener siempre presente en nuestras oraciones el milagro
de la salvación que ocurrió en cada una de nuestras vidas,
recordando siempre que el Espíritu Santo ahora reside en nosotros y
que la Palabra de Dios es el fundamento de nuestras creencias, como
se muestra en Colosenses 1:12:
“con
gozo dando
gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de
los santos en luz;
...”
La
gloria de Jesucristo
En
el versículo 14 Dios nos muestra que una de las consecuencias más
impresionantes de la salvación es la de ser dignos de la gloria del
Señor Jesús, veamos dos pasajes que nos hablan de esa participación
inmerecida en tan grande beneficio:
Mateo
16:27: “Porque
el
Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles,
y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.”
Mateo
19:28:
“Y
Jesús les dijo: De
cierto os digo que en la regeneración, cuando el
Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria,
vosotros
que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para
juzgar a las doce tribus de Israel.”
La
firmeza cristiana
En
la primera parte del versículo 15 el consejo de Dios es la
permanencia en la firmeza, como soldados que no ceden ni se rinden
ante Satanás, el pecado o la adversidad, miremos esta verdad
confirmada en otros versículos de la Biblia:
I
de Corintios 15:58: “Así
que, hermanos míos amados, estad
firmes y constantes,
creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo
en el Señor no es en vano.”
Gálatas
5:1: “Estad,
pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres,
y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.”
Filipenses
1:27: “Solamente
que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o
sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga
de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo
unánimes por la fe del evangelio,
...”
I
de Pedro 5:8-9: “Sed
sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo,
como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al
cual resistid firmes en la fe,
sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros
hermanos en todo el mundo.”
La
retención de la doctrina
En
la segunda parte del versículo 15 la invitación de Dios es a
guardar la doctrina en nuestra mente y nuestro corazón, como se
establece en estos pasajes así:
I
de Tesalonicenses 5:21:
“Examinadlo todo; retened
lo bueno.”
Hebreos
4:14: “Por tanto,
teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el
Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.”
La
confirmación
Finalmente
en los versículos 16 y 17 Dios nos recuerda la promesa de la
felicidad eterna y el destino que tendremos y el animo para nuestro
corazón siendo un objetivo primordial ser confirmados de su mano en
la teoría y en la práctica.
Jeremías
1:12: “Y me dijo Jehová: Bien has visto; porque yo apresuro
mi palabra para ponerla por obra.”
Santiago
1: 22-25:
“Pero sed
hacedores de la palabra,
y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque
si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es
semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo
era. Mas el que mira
atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en
ella,
no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor
de la obra,
éste será bienaventurado en lo que hace.”
Jóvenes,
el milagro de la salvación implica múltiples derechos como los de
ser legítimos herederos de Dios, participes de su gloria e
investidos con la calidad de jueces, entre otros, pero también
conlleva el cumplimiento de deberes como la firmeza, la retención de
la doctrina y la práctica de las verdades aprehendidas.
1 comentario:
Es muy gratificante tene líderes que escudriñan y exponen la Biblia con tanta claridad... Este es un compromiso muy delicado... Gracias a quien escribe.
Publicar un comentario