sábado, 11 de enero de 2014

TEORÍA Y PRÁCTICA


Esta semana Dios me mostró varias implicaciones respecto de la salvación contenidas en el siguiente pasaje que transcribo a continuación, II de Tesalonicenses 2:13-17: “Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra. Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra.

Es nuestro deber tener siempre presente en nuestras oraciones el milagro de la salvación que ocurrió en cada una de nuestras vidas, recordando siempre que el Espíritu Santo ahora reside en nosotros y que la Palabra de Dios es el fundamento de nuestras creencias, como se muestra en Colosenses 1:12:con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; ...

La gloria de Jesucristo

En el versículo 14 Dios nos muestra que una de las consecuencias más impresionantes de la salvación es la de ser dignos de la gloria del Señor Jesús, veamos dos pasajes que nos hablan de esa participación inmerecida en tan grande beneficio:

Mateo 16:27: Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.

Mateo 19:28: Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.

La firmeza cristiana

En la primera parte del versículo 15 el consejo de Dios es la permanencia en la firmeza, como soldados que no ceden ni se rinden ante Satanás, el pecado o la adversidad, miremos esta verdad confirmada en otros versículos de la Biblia:

I de Corintios 15:58: “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

Gálatas 5:1:Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.

Filipenses 1:27:Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio, ...

I de Pedro 5:8-9:Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.

La retención de la doctrina

En la segunda parte del versículo 15 la invitación de Dios es a guardar la doctrina en nuestra mente y nuestro corazón, como se establece en estos pasajes así:

I de Tesalonicenses 5:21: “Examinadlo todo; retened lo bueno.”

Hebreos 4:14:Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.


La confirmación

Finalmente en los versículos 16 y 17 Dios nos recuerda la promesa de la felicidad eterna y el destino que tendremos y el animo para nuestro corazón siendo un objetivo primordial ser confirmados de su mano en la teoría y en la práctica.

Jeremías 1:12: “Y me dijo Jehová: Bien has visto; porque yo apresuro mi palabra para ponerla por obra.

Santiago 1: 22-25: “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.”

Jóvenes, el milagro de la salvación implica múltiples derechos como los de ser legítimos herederos de Dios, participes de su gloria e investidos con la calidad de jueces, entre otros, pero también conlleva el cumplimiento de deberes como la firmeza, la retención de la doctrina y la práctica de las verdades aprehendidas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es muy gratificante tene líderes que escudriñan y exponen la Biblia con tanta claridad... Este es un compromiso muy delicado... Gracias a quien escribe.