“Hijos,
obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre
y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien,
y seas de larga vida sobre la tierra” – Efesios 6:1-3
Hoy,
8 días después del nacimiento de nuestra hijita Gabriela, Dios ponía en mi corazón
el escribir sobre este pasaje.
Daniel
y Gabi (nuestros pequeñitos) han sido dos de las mayores bendiciones que Dios
haya permitido en nuestra vida. Estamos FELICES a pesar del cansancio, los
trasnochos, y todo lo que estos primeros meses conlleva el hecho de ser papás y estar “estrenando” nuevo miembro
en la familia.
Es
increíble y casi indescriptible la sensación, emoción, ternura, alegría (o como
lo quieras llamar) que se siente cuando un hijito tuyo te mira a los ojos. Soy
un convencido de que esta, es una de las mayores muestras del amor de Dios hacia nosotros sus hijos. Cada que Dani nos miraba veíamos
la fuerza de Dios en El, al igual que vemos Su ternura (la de Dios) con cada mirada
de Gabi.
Pensando
en esto y en todo lo que conlleva ser papás, venía a mi mente el pasaje de esta
mañana ya hablando del mandamiento a los hijos.
1.
Hijos, obedeced en el
Señor a vuestros padres, porque esto es justo.
Es
justo que obedezcamos a nuestros padres, siempre y cuando lo que ellos nos
pidan; no vaya en contra de lo que Dios ha establecido claramente en Su Palabra.
Es
justo que les obedezcamos. Ellos lo han dado todo por nosotros. Hoy, trayendo
esto que estamos viviendo con la paternidad; veo como es justo que obedezcamos
a aquellos que han dado tanto por nosotros.
Pensando
en lo vivido con nuestros hijitos, pienso en lo que mis papás tuvieron que
vivir conmigo y mis dos hermanos años atrás, y aun lo que viven hoy en día ya
con sus tres hijos fuera de casa. Sacrificio tras sacrificio, lucha tras lucha,
aguante tras aguante, incomodidad tras incomodidad, trabajo y más trabajo, desplantes de parte nuestra, ofensas,
humillaciones en algunos casos, malos tratos de nosotros hacia ellos y tantas
cosas más que al enumerarlas concluyen con la parte final del vs. 1. PORQUE
ESTO ES JUSTO.
No
conozco a tus papás y aun ni sé como ha sido tu relación con ellos a través de
los años (gracias a Dios he tenido papá y mamá ejemplares), pero una cosa sí sé;
Dios (independientemente del como sean papá y mamá) nos da el mandato de
obedecerles. Si ellos no son los mejores, te animo que obedezcas en este
aspecto y seas ejemplo para que ellos conozcan a Tu Dios (El Unico y Verdadero
Dios) y de esa manera sean los padres que Dios pide que ellos sean. Pero en “tus
manos” esta parte de la solución. Obedece porque ESTO ES JUSTO.
Oramos
como familia para que nuestra hijita Gabriela entienda esto desde pequeña.
Hablo de esto por lo que continua en el vs. 2.
2.
Honra a tu padre y a tu
madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas
de larga vida sobre la tierra”
Para que a nuestra hijita le vaya bien en esta tierra, ella tendrá que
obedecernos y honrarnos. Punto. Si ella no entiende esto desde pequeña, según la
enseñanza de la Biblia, va a ser una mujer a la que no le irá bien acá en la
tierra. Dios tratará con ella de manera especial (Con temor escribo esto).
Por esto el mandato a honrar a nuestros padres. Si queremos ver días buenos
acà en la tierra, este es un mandamiento que tenemos por cumplir. Honrar a
nuestros padres físicos.
Esto implica respetarlos, tener en cuenta sus consejos, tolerarlos cuando
no actúan como lo esperábamos, no alzarles la voz, no ser groseros / altaneros
con ellos, someternos a su autoridad mientras estemos bajo la misma (otro
post), darles el lugar que ellos merecen. Que ellos se sientan honrados con
cada actitud nuestra, con cada palabra, con cada detalle. Que vean en nosotros
la sabiduría de Dios para enfrentar situaciones en las que ellos (aun siendo
nuestros padres) nos llegan a necesitar.
Obedece y honra a tus padres y Dios te promete que te ira bien mientras estés
en esta tierra física. Desobedécelos y deshónralos y el resultado será totalmente
contrario.
Analicemos nuestras vidas en este aspecto y de manera sincera delante de
Dios evaluemos como son, o mejor como están siendo los resultados actualmente;
para de esta manera ser movidos a tomar decisiones en esta área tan importante.
Les dejo una fotico de Gabi en sus primeros 8 días,
Un abrazo y nos vemos mañana,
1 comentario:
Que TERNURA, está preciosaaaa... Los amamos y Felicitaciones por tan precioso regalo de Dios :)
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