jueves, 16 de enero de 2014

DE LA RELACIÓN CON NUESTROS PADRES…

Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra” – Efesios 6:1-3

Hoy, 8 días después del nacimiento de nuestra hijita Gabriela, Dios ponía en mi corazón el escribir sobre este pasaje.

Daniel y Gabi (nuestros pequeñitos) han sido dos de las mayores bendiciones que Dios haya permitido en nuestra vida. Estamos FELICES a pesar del cansancio, los trasnochos, y todo lo que estos primeros meses conlleva el hecho de  ser papás y estar “estrenando” nuevo miembro en la familia.

Es increíble y casi indescriptible la sensación, emoción, ternura, alegría (o como lo quieras llamar) que se siente cuando un hijito tuyo te mira a los ojos. Soy un convencido de que esta, es una de las mayores muestras del amor de Dios hacia  nosotros sus hijos. Cada que Dani nos miraba veíamos la fuerza de Dios en El, al igual que vemos Su ternura (la de Dios) con cada mirada de Gabi.

Pensando en esto y en todo lo que conlleva ser papás, venía a mi mente el pasaje de esta mañana ya hablando del mandamiento a los hijos.

1. Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo.

Es justo que obedezcamos a nuestros padres, siempre y cuando lo que ellos nos pidan; no vaya en contra de lo que Dios ha establecido claramente en Su Palabra.

Es justo que les obedezcamos. Ellos lo han dado todo por nosotros. Hoy, trayendo esto que estamos viviendo con la paternidad; veo como es justo que obedezcamos a aquellos que han dado tanto por nosotros.

Pensando en lo vivido con nuestros hijitos, pienso en lo que mis papás tuvieron que vivir conmigo y mis dos hermanos años atrás, y aun lo que viven hoy en día ya con sus tres hijos fuera de casa. Sacrificio tras sacrificio, lucha tras lucha, aguante tras aguante, incomodidad tras incomodidad, trabajo y más trabajo,  desplantes de parte nuestra, ofensas, humillaciones en algunos casos, malos tratos de nosotros hacia ellos y tantas cosas más que al enumerarlas concluyen con la parte final del vs. 1. PORQUE ESTO ES JUSTO.

No conozco a tus papás y aun ni sé como ha sido tu relación con ellos a través de los años (gracias a Dios he tenido papá y mamá ejemplares), pero una cosa sí sé; Dios (independientemente del como sean papá y mamá) nos da el mandato de obedecerles. Si ellos no son los mejores, te animo que obedezcas en este aspecto y seas ejemplo para que ellos conozcan a Tu Dios (El Unico y Verdadero Dios) y de esa manera sean los padres que Dios pide que ellos sean. Pero en “tus manos” esta parte de la solución. Obedece porque ESTO ES JUSTO.

Oramos como familia para que nuestra hijita Gabriela entienda esto desde pequeña. Hablo de esto por lo que continua en el vs. 2.

2. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra

Para que a nuestra hijita le vaya bien en esta tierra, ella tendrá que obedecernos y honrarnos. Punto. Si ella no entiende esto desde pequeña, según la enseñanza de la Biblia, va a ser una mujer a la que no le irá bien acá en la tierra. Dios tratará con ella de manera especial (Con temor escribo esto).

Por esto el mandato a honrar a nuestros padres. Si queremos ver días buenos acà en la tierra, este es un mandamiento que tenemos por cumplir. Honrar a nuestros padres físicos.

Esto implica respetarlos, tener en cuenta sus consejos, tolerarlos cuando no actúan como lo esperábamos, no alzarles la voz, no ser groseros / altaneros con ellos, someternos a su autoridad mientras estemos bajo la misma (otro post), darles el lugar que ellos merecen. Que ellos se sientan honrados con cada actitud nuestra, con cada palabra, con cada detalle. Que vean en nosotros la sabiduría de Dios para enfrentar situaciones en las que ellos (aun siendo nuestros padres) nos llegan a necesitar.

Obedece y honra a tus padres y Dios te promete que te ira bien mientras estés en esta tierra física. Desobedécelos y deshónralos y el resultado será totalmente contrario.

Analicemos nuestras vidas en este aspecto y de manera sincera delante de Dios evaluemos como son, o mejor como están siendo los resultados actualmente; para de esta manera ser movidos a tomar decisiones en esta área tan importante.

Les dejo una fotico de Gabi en sus primeros 8 días,


Un abrazo y nos vemos mañana,

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que TERNURA, está preciosaaaa... Los amamos y Felicitaciones por tan precioso regalo de Dios :)