domingo, 15 de diciembre de 2013

UNA DOSIS DE HUMILDAD Y PERDÓN

Buenas noches. 

Ya que en estas fiestas de fin de año se celebra el nacimiento de Jesús (aunque muchos lo celebren sin saberlo), es impresionante ver el estado y las condiciones en las que el Hijo de Dios nació.

"Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado.
Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria.
E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad.
Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David;
para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta." Lucas 2:1-5

UN CENSO
Un censo sería la manera en que el Hijo de Dios llegara a esa ciudad en la que se daría el cumplimiento de Miqueas 5:2

"Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad." 

Dios siempre ha tenido el control de todo y este ejemplo nos puede ayudar a descansar y a confiar en que nada se le sale de las manos, si el tiene algo, de una u otra manera se ejecuta.

UN VIAJE
El recorrido que hicieron María y José desde Nazaret hasta Belén (ciudad natal de José) es aproximadamente 150 km, pero este viaje fue realizado posiblemente en bestia y a pie, teniendo en cuenta que María estaba embarazada, Dios siempre estuvo en control y no fue un impedimento para que nuestro salvador llegara a Belén.

UN NACIMIENTO
El Hijo de Dios, siendo el dueño de todo, el Príncipe de paz y Salvador del mundo, pudo haber nacido en una cuna de oro, en una casa con una cama un tanto lujosa, aún pudo haber tenido lugar en el mesón, pero... no fue así, nuestro Salvador nació en un pesebre, un lugar donde los animales se alimentan y también conocido al cajón donde se pone el alimento de los animales. Si, el Hijo de Dios nos da una muestra de HUMILDAD IMPRESIONANTE, desde su nacimiento, ya era HUMILDE.  Era el Rey, era el Salvador que por fin nacía para romper la esclavitud que trae el pecado, para dar Luz y Perdonar al pueblo de sus pecados.

Si Jesús nos da ese ejemplo de humildad y perdón, por qué en esta Navidad, ¿no perdonamos a quién creemos debemos perdonar, y pedir perdón a quien debemos?.  Que sea con amor, que sea con humildad.

"Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.
Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón." Lucas 2:6-7

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que bueno es recordar semejante ejemplo de HUMILDAD...