Durante los
últimos días se ha hablado mucho de la navidad y su verdadero significado para
un cristiano, es importante tener claro que la navidad obedece al nacimiento
físico de nuestro Señor Jesucristo en la tierra, fecha que al día de hoy es
incierta y está mezclada con cultos de diversas tradiciones entre las que se
encuentran la religión católica, paganismo germano, mitología escandinava,
astrología, el solsticio de invierno así como el consumismo desenfrenado.
Es una buena época del año para
probar nuestra fe y podernos mantener santos en medio de las filosofías,
tradiciones e ideas incipientes sobre la espiritualidad combinadas con el
mercantilismo característico de este momento del año.
La eternidad de Cristo
La doctrina nos enseña la existencia
eterna de Cristo como se determina en los siguientes pasajes:
Apocalipsis 21:6: Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere
sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.
Colosenses 1:17: “Y él es antes de
todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;”
Juan 1:1-2: “En el principio era el
Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el
principio con Dios.”1:3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de
lo que ha sido hecho, fue hecho.”
Cristo hecho carne
Finalmente Dios tuvo se hizo carne
como se describe en Juan 1:14: “Y aquel
Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria
como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”
Sin embargo la razón de ser de su
carnalidad venía enmarcada en la fatalidad del sacrificio de nuestro pecado como
se establece en Hebreos 2:14-15: “2:14 Así que, por cuanto los hijos
participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir
por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al
diablo, y librar a todos los que por el
temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.”
El verdadero regalo
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