sábado, 2 de noviembre de 2013

NO PODEMOS DEJAR DE DECIR LO QUE HEMOS VISTO Y OÍDO


Durante esta semana en el desarrollo de mi devocional estudié el relato de Pedro y Juan ante el concilio judío contenido en el Capítulo  4 del libro de los Hechos de los Apóstoles y en especial lo que Dios me mostró en el pasaje de la Biblia que se encuentra en el versículo 20 analizado en su contexto.

Los motivos del arresto de Pedro y Juan

En los versículos 1-3 del capítulo 4 se describe que: “Hablando ellos al pueblo, vinieron sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, y los saduceos, resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de entre los muertos. Y les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente, porque era ya tarde.”

Podemos ver que las autoridades veían con desagrado que Pedro y Juan hablasen sobre Jesús al pueblo.

La defensa de Pedro

En los versículos 4 al 7 podemos ver  como se realiza la constitución del concilio integrado por los gobernantes, los ancianos, los escribas y los sumos sacerdotes judíos, en los pasajes 8 al 12 de éste capítulo Pedro siendo guiado por el Espíritu Santo contradice las acusaciones y responde el interrogatorio realizado por los sumos sacerdotes siendo de gran importancia lo narrado en los versículos 11 y 12: “Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

Pedro enfrenta a las autoridades judías y les hace caer en cuenta del error cometido al haber dado muerte a Jesús hablándoles claramente de la salvación en él.

La decisión del Concilio

En los versículos 13 al 16 podemos ver la impotencia del concilio ante la defensa de Pedro y la imposibilidad de negar la obra de Cristo, en los pasajes 17 y 18 se establece que: “Sin embargo, para que no se divulgue más entre el pueblo, amenacémosles para que no hablen de aquí en adelante a hombre alguno en este nombre. Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús.

El concilio completamente incapaz de refutar los argumentos presentados no encuentra más salida que recurrir a la violencia para impedir que Pedro y Juan siguieran hablando de Jesús.

La respuesta final de Pedro y Juan

En los versículos 19 y 20 encontramos la posición final de estos dos varones de Dios “Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.

Aún después de haber sido encarcelados, interrogados y amedrentados por las autoridades judías la respuesta final de Pedro y Juan es contundente y es continuar con el cumplimiento del legado de Jesús.

Jóvenes nuestro deber es decir lo que hemos visto y oído del Dios vivo y verdadero, que ninguna presión del mundo y sus instituciones nos lleve a callar el evangelio de Jesucristo y edificar a los que ya creyeron en él.

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