sábado, 3 de agosto de 2013

NO TE PUEDES ESCONDER DE DIOS


Todos conocemos la historia de Jonás, quien en lugar de cumplir con su asignación de predicar a los ninivitas, decidió huir de ella y en el puerto de Jope consiguió un pasaje en una nave que se dirigía a Tarsis a más de 3.500 km al oeste de Nínive.

Revisemos el pasaje, Jonás 1:1-3:

1:1 Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo:
1:2 Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí.
1:3 Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová.

Una actitud calcada de la que tuvieron Adán y Eva luego de cometer el pecado original, mirémoslo en Génesis 3:1-6:

3:6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.
3:7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.
3:8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
3:9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?
3:10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.

Jóvenes, así como Jonás y Adán y Eva, todos y cada uno de nosotros tiene una serie de responsabilidades con Dios para la santificación personal así como para el avance de su obra y las dos parten del principio de la obediencia a su preciosa palabra; no podemos pretender huir y que esto no tenga una consecuencia directa en nuestro andar cristiano.

Quiero mostrar algunas verdades bíblicas que nos confirman que no podemos escondernos de nuestro Señor y que si pretendemos hacerlo será completamente en vano:

Amos 9:2-3:
9:2 Aunque cavasen hasta el Seol, de allá los tomará mi mano; y aunque subieren hasta el cielo, de allá los haré descender.
9:3 Si se escondieren en la cumbre del Carmelo, allí los buscaré y los tomaré; y aunque se escondieren de delante de mis ojos en lo profundo del mar, allí mandaré a la serpiente y los morderá.

Abdías 1:4:
1:4 Si te remontares como águila, y aunque entre las estrellas pusieres tu nido, de ahí te derribaré, dice Jehová.


Quiero concluir esta entrada reafirmando que no podemos escondernos del Señor y el verdadero compromiso es el cumplimiento de su palabra y el servicio como obreros de la mies. 

No hay comentarios: