domingo, 28 de julio de 2013

CINCO QUE EMPIEZAN POR EL DELEITE EN DIOS

Deléitate asimismo en Jehová,
Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
Encomienda a Jehová tu camino,
Y confía en él; y él hará.
Exhibirá tu justicia como la luz,
Y tu derecho como el mediodía.
Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. Salmos 37:4-7

Alguna vez te has preguntado si realmente ya le entregaste un área de tu vida a Dios donde has intentando e intentado en tus fuerzas y finalmente nada pasa por más que lo intentes.

En esta porción podemos ver 5 acciones de parte nuestra hacia Dios y no tienen que ver con esfuerzos desesperados de un hombre por lograr algo, sino el entregarle "eso" a Dios de corazón y esperar a que su poder se manifieste. (seguramente encontrarás más aplicaciones).

Deleitarse / Encomendar / Confiar / Guardar Silencio / Esperar.

Primero Dios me anima a que solo él sea el centro de atención de mi vida, que todo gire entorno a él, que me deleite en él, que lo conozca más a través de su palabra y la biblia promete que él concederá las peticiones de mi corazón. El deleitarme en él igualmente requiere de obediencia en mi vida, pero el intento desesperado del hombre por lograr las cosas por su fuerzas no se ven por ningún lado.. Solo deléitate en él.

Luego me pide que le encomiende mi camino, como cuando vas a un centro de envíos de paquetes y envias una caja con un contenido importante, tu le encomiendas esa caja a esa empresa por que la conoces seguramente, igualmente pasa con Dios, debemos encomendarle toda nuestra vida, pero, inmediatamente este mandamiento va acompañado de otro que lo complementa, el confiar en él. Yo puedo encomendar esa caja, pero inmediatamente hacerle un seguimiento via satélite, hacer cientos de llamadas a la empresa, en fin tantas cosas, por que no estoy 100% seguro de que llegará a su destino. Debemos encomendar y confiar en Dios y su poder, ya que él promete que si así lo hacemos "él hará conforme a su voluntad".

Por último, guarda silencio, no debemos discutir, cuestionar o disgustarnos si "eso" se demora o no llega, Dios espera que esperemos en él, no que esperemos en nosotros, por que seguramente la desesperación y la impaciencia nos consumirían, que bonito saber que Dios es fiel y que todo los hace perfecto en su tiempo.

A la larga, si nos deleitamos en él, "eso" pasa a un segundo plano, ya que estaremos deleitándonos en el dueño de nuestras almas... Eso hace ver todo más pequeño, incluyéndonos a nosotros.

Te animo a leer  esta porción corta en el salmo 40:1-1

Un abrazo.

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