domingo, 4 de agosto de 2013

ANTES DEL SEIS FUE EL CINCO


"Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan;

porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?

¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!"  Romanos 10:12-15


Hola, hoy tuvimos el privilegio de aprender de estos versículos que nos muestran la importancia de nuestra labor al predicar el evangelio y de hacerlo bien, entendiendo que la persona que escucha la palabra de Dios por medio de colaboradores de Dios (que cualidad tan inmerecida que nos da Dios... él lo hace todo) debe entender claramente que no se trata de un acto mágico sino que es una cadena de hechos bíblicos que llevarán a esa persona a un arrepentimiento y a la salvación de su alma por por medio de Jesucristo y nosotros como Iglesia y como creyentes en particular tenemos una responsabilidad grandísima delante de Dios y de esa alma.

Los versículos 12 y 13 nos muestra la misericordia de Dios dejando abierta la puerta de la salvación a "todo aquel", a cualquier persona, en cualquier país, de cualquier estrato...

La meta sería la salvación y cualquiera que invoque el nombre del Señor la obtendrá ("por gracia, por medio de la fe. Efesios 2:8) pero detrás de ese acontecimiento algo más tuvo que haber pasado. 

El versículo 14 nos dice que para poder invocar el nombre de Jesús primero debieron haber creído en Jesús como su Salvador, y para haber creído debieron haber escuchado de Jesús, de lo que hizo por amor a la humanidad; Y para que hayan escuchado debieron haber recibido el mensaje a través de un predicador de la palabra (tu, yo, cualquier hijo de Dios) y para eso tuvieron que ser enviados.

Sabes, pienso en Mateo 28;19-20 y como Jesús nos dice: "por tanto, id", ya somos enviados, no tenemos que esperar nada para abrir las puertas de la fe a un alma sedienta de Jesús.

Hay algo más que me impacta, en el versículo 14 la Biblia en forma de pregunta expone ¿cómo?, ¿cómo?, ¿cómo?, ¿cómo?, y al final, todo lleva a entender el mandamiento que Jesús nos da de ir, sin prejuicios a predicar para que la persona sin saltarse ningún paso llegue a los pies de Cristo. 

Una persona puede llegar a oír de Jesús y querer invocar su nombre pronunciándolo  pero sin haber puesto su fe en lo que hizo por amor a él y no pasará nada, o podemos llegar a pensar que nuestros familiares y amigos sean salvos sin que nosotros entendamos que somos enviados a predicarles, para que oigan, crean e invoquen a Jesús como su salvador, no nos engañemos. 

Qué responsabilidad tenemos Iglesia. Esta semana será especial, pero sin duda el resto de nuestras vidas ya tiene rumbo con Romanos 10:12-14. Un abrazo. Te dejo una pequeña ilustración de este versículo.
¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!"

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