Pablo en su primera carta a los corintios, debe hablar acerca de los dones espirituales en el capítulo 12 de la carta, porque los estaban ignorando y le daban la importancia a cosas que no eran importantes, no entendían muy bien que eran un solo cuerpo, el de Cristo y miembros cada uno en particular, que cada quien tenía una función específica dentro del cuerpo muy importante, que Dios por medio de su Espíritu les repartía dones a cada una para ponerlos al servicio del Señor y de los demás; eran una iglesia carnal, a Pablo le tocaba hablarles como a niños, con mucha paciencia y hablando de los dones del Señor Pablo les ofrecía o les proponía un camino aún más excelente y es el amor que es el mayor de los dones del Señor.
1 Corintios 12: 31 "Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente."
Solo para para que nos preguntemos, ¿Qué estamos esperando para servirle al Señor? ¿Vamos a ignorar los dones del Señor como lo estaban haciendo los corintios? no debe ser así entre nosotros, hay que dejar lo que era de niño y comportarnos como hombres y mujeres de Dios, sirviéndole, entregándole nuestras vidas y nuestros corazones, entendiendo algo muy importante y concluyo con esto, que si no tenemos amor de nada nos sirve hagamos lo que hagamos para el Señor, si no tenemos amor, si lo que nos mueve no es el amor a Dios y las almas de los hombres esto de nada sirve.
Esto es algo que proviene de Dios, es un don de Dios, nosotros como hijos de Dios tenemos de su amor perfecto y único cuando recibimos al Señor Jesucristo en nuestro corazón y ese amor debemos permitir que crezca en nosotros cada día, ese amor ágape, sacrificial como el de Jesús y debemos ser perfeccionados en ese amor, un amor que nunca deja de ser porque es de Dios.
"Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor." 1 Corintios 13: 13.
Un abrazo.
1 Corintios 12: 31 "Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente."
Solo para para que nos preguntemos, ¿Qué estamos esperando para servirle al Señor? ¿Vamos a ignorar los dones del Señor como lo estaban haciendo los corintios? no debe ser así entre nosotros, hay que dejar lo que era de niño y comportarnos como hombres y mujeres de Dios, sirviéndole, entregándole nuestras vidas y nuestros corazones, entendiendo algo muy importante y concluyo con esto, que si no tenemos amor de nada nos sirve hagamos lo que hagamos para el Señor, si no tenemos amor, si lo que nos mueve no es el amor a Dios y las almas de los hombres esto de nada sirve.
Esto es algo que proviene de Dios, es un don de Dios, nosotros como hijos de Dios tenemos de su amor perfecto y único cuando recibimos al Señor Jesucristo en nuestro corazón y ese amor debemos permitir que crezca en nosotros cada día, ese amor ágape, sacrificial como el de Jesús y debemos ser perfeccionados en ese amor, un amor que nunca deja de ser porque es de Dios.
"Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor." 1 Corintios 13: 13.
Un abrazo.
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