martes, 1 de noviembre de 2011

LA MEDIDA DEL PERDÓN

Al leer el pasaje de MATEO 18:23-34, encontramos una historia real de la Palabra de Dios acerca de dos deudores. En el primer caso, hay un siervo deudor de un señor que le debía a su señor 10.000 talentos (hoy aproximadamente $1.071.200.000.000 pesos colombianos o USD$535.600.000). A este primer deudor siervo, su señor le perdonó toda la deuda porque se compadeció de él y fue movido a misericordia. En el segundo caso, encontramos lo tremendo de este pasaje y es que al siervo que le fue perdonada la deuda mencionada anteriormente, había un consiervo que le debía 100 denarios (hoy aproximadamente $1.785.333 pesos colombianos o USD$893) y a este deudor, el siervo que había sido perdonado no le perdonó la deuda.
Al meditar este pasaje, encontraba un cuadro del perdón del Señor Jesús para con cada uno de nosotros. Obviamente la medida del perdón que podemos concluir de este pasaje (aproximadamente 600 veces), no es comparable con la medida del perdón del Señor Jesús, ya que el perdón del Señor es infinito, único, invaluable, pero si es importante tener presente al leer esta porción de la Biblia, de dónde nos sacó Dios a cada uno de nosotros, el perdón de pecados en que vivíamos, la deuda de pecado, lo que éramos antes de conocer al Señor Jesús como nuestro salvador.

Siempre que pensemos en que alguien nos ofende, debemos pensar primeramente en la medida del perdón del Señor Jesús para con nosotros. Esa medida infinita de perdón debe gobernar nuestra vida y nuestras emociones. Siempre debemos perdonar. Al pensar en el perdón del Señor Jesús, cualquier ofensa que nos hagan, parecerá  muchísimo menos que 100 denarios, sin valor. Es el ejemplo del Señor Jesús. Todo lo entregó por el perdón, por el amor verdadero…

Si hoy viene a tu mente alguien a quien no has perdonado, debes perdonarlo con la medida del perdón del Señor Jesús. Si alguien nos ha ofendido y no nos ha pedido perdón, debemos perdonarle si nos pide perdón y aún en nuestro corazón no guardar rencor frente a esa persona si aún no nos ha pedido perdón, mucho menos si es un hermano de la iglesia.
Hermanos, hoy Dios nos anima a que practiquemos diariamente el perdón verdadero. Perdono pero no olvido, es el lenguaje del mundo pero no es el lenguaje que está en la Palabra de Dios ni en el ejemplo de vida del Señor Jesús…Oremos a Dios por aquellas personas que nos ofenden… el Señor Jesús lo hacía en medio de que lo ofendían y maltrataban…Él decía al Padre que los perdonara porque no sabían lo que hacían… no esperó el Señor Jesús que le pidieran perdón en ese momento… su obra redentora todo lo entregó, incluso el anticipo del perdón que el hombre pecador debe entender y pedir gratuitamente para que se haga activo en su vida para salvación eterna.
Resulta incluso que pocas veces nos ofenden y muchas veces nos sentimos ofendidos…¿cómo es nuestro caso?... perdono?

Con este ejemplo de perdón en nuestras vidas, quizás muchas personas a nuestro alrededor entiendan la medida del perdón y el amor de Cristo y entreguen a Él su corazón pidiéndole perdón, el perdón de pecados que salva sus vidas de la muerte eterna y reconoce la medida del perdón que una vez y para siempre Cristo hizo gratuitamente y por adelantado en la cruz, por toda la humanidad.
Que tengas un día lleno del Señor!! perdonemos!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

:)

Diego Julian Pena Ibanez dijo...

Excelente reflexion, es muy importante estar en paz con todo el mundo para que podamos ponerle la cara a Dios, ya que El no nos escucha si estamos en discordia con nuestros hermanos, si no estamos en paz con Dios.