DANIEL 4:34-37: “Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces? En el mismo tiempo mi razón me fue devuelta, y la majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a mí, y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; y fui restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida. Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia”.
Jóvenes, hoy en la porción de Daniel 4:34-37 quiero que meditemos en una de las muchas cualidades de nuestro Dios.
Nabucodonosor aparece en esta escena, el rey de Babilonia perdiendo la razón, en medio de la locura comportándose como un animal, comiendo como los bueyes. Un rey (con minúscula) reconoce al Rey del cielo (CON MAYUSCULA) alzando sus ojos al cielo, orando al Señor.
Dios en estos versículos se presenta como el Dios que puede devolver la razón a cualquier persona. Esto me recordó cuando mi mamá tuvo una recaída y fue afectada mentalmente. Fue llevada a una clínica de reposo. Allí la visité en ese tiempo, un momento muy difícil para todos, pero un momento que nunca olvidaré porque ví el poder de Dios para curar. Allí veía a todas las personas averiadas en su mente de manera literal y parecía que era irreversible que pudiesen recobrar la razón. La oración a Dios y la fe en Jesucristo libró a mi mamá de este evento y vimos su victoria por sobre medicamentos humanos.
Este lugar triste lleno de locura mental, no es nada diferente a lo que el mundo y el hombre vive hoy día cuando no tiene a Cristo en su corazón. Vive en la locura, en la pérdida de la razón. Lo importante es saber que para Dios es posible devolverles la razón.
Jóvenes hay muchas personas que tienen perdida la razón, la razón de la vida, la razón de un corazón lleno del Señor, personas que no reconocen la razón de la existencia… algunos incluso viven como “reyes” como Nabucodonosor, pero sin Cristo, llenos de la locura que los llevará a un infierno eterno.
Compartamos de Cristo. Hoy él nos regalará varias citas para presentarles a quien puede devolverles la razón, Al Altísimo, al Dios cuya mano es poderosa, a quien pueden alzar los ojos al cielo para contemplar su grandeza y su salvación.
Que tengas un día lleno del SEÑOR!!
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