Un problema muy común entre la gente hoy en día (me incluyo), es la falta de diligencia y compromiso para terminar algo una vez se ha tomado la decisión de iniciarlo.
Comenzamos dietas, y las dejamos en medio del camino. Comenzamos estudios (Ej. Ingles) y lo hacemos a un lado a media marcha. Emprendemos un proyecto y ante las dificultades iniciales del mismo ya pensamos en tirar la toalla.
Se nos hace demasiado fácil dejar las cosas a medias y rara vez estamos dispuestos a pagar el precio de terminarlas por completo.
Te animo a que leas el siguiente pasaje. Se encuentra en 1 Reyes 7:51…
“Así se terminó toda la obra que dispuso hacer el rey Salomón para la casa de Jehová. Y metió Salomón lo que David su padre había dedicado, plata, oro y utensilios; y depositó todo en las tesorerías de la casa de Jehová.”
El rey Salomón nos da ejemplo en cuanto a este asunto. Él, junto con este excelente equipo de trabajo; terminó toda la obra que se había dispuesto hacer. No quedó algo que se quedara por fuera. Hizo todo con excelencia no dando lugar a la mediocridad en medio de sus labores. Todo lo que se había dispuesto hacer para la obra de la casa de Jehová, lo hizo.
Piensa en tu ministerio, en tu trabajo, en tus estudios, en tus metas, en tus proyectos; en todo eso que una vez comenzaste, que estas comenzando o que tienes planeado comenzar.
Recordemos siempre la diligencia y responsabilidad de Salomón al momento de desarrollar este proyecto e imitemos el buen ejemplo que nos fue dado por él.
Nos vemos mañana,
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