Isaías 41:10 “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”.
El temor es algo que forma parte de la naturaleza del hombre. En cada caso particular, tenemos temores diferentes, algunos tememos a los ratones, otros a las cucarachas, otros a la oscuridad, a lo inesperado, a la enfermedad, a los retos del trabajo, a la carrera que debemos estudiar, a qué será nuestra vida en el futuro, a lo desconocido, otros tememos quizás a hablar en público, o a ser avergonzados, en fin, hay muchos temores que se hacen presentes en nuestra vida. A veces nos exponemos a temores por situaciones que hemos vivido en el pasado y nos han dejado secuelas (como por ejemplo el temor a ser decepcionados en una relación de amor) e incluso por nuevos contextos en momentos o edades de nuestra existencia, por ejemplo, en mi caso, desde que nació nuestro hijo me he enfrentado a nuevos temores al considerar el cuidado, crecimiento y la vida de nuestro Juan Felipe. Algo muy importante que hoy recordamos conforme a la Palabra de Dios, es que no debemos temer, y que la única forma de no temer es tomar estos temores y llevarlos cada día como una oportunidad para acercarnos más y más a nuestro Dios en oración y en intimidad en su Palabra para depender de ÉL, para reconocerlo como NUESTRO DIOS y tener presente que ÉL ESTÁ CON NOSOTROS y pedirle que quite esos temores de nuestra vida y nos enseñe a manejarlos con sabiduría.
Dios siempre nos esforzará, nos ayudará, nos sustentará con la diestra de su justicia… pienso en la diestra de su justicia y pienso en la persona justicia, que está sentado a su diestra, en el Señor Jesucristo, nuestro Salvador, Señor y Sustentador, trabajando en nosotros, quizás con pruebas, con disciplina para poder ayudarnos a vencer esos temores de nuestra vida.
Ahora bien, el versículo de hoy también nos lleva a meditar en “no desmayar”. En nuestro andar cristiano a veces desmayamos, nos desanimamos porque en la iglesia hay una crítica a nuestro ministerio, o porque nos sentimos muy jóvenes para servirle al Señor, o porque sentimos que no tenemos los dones o las capacidades para realizar las obras que Dios nos pide que hagamos, o porque tenemos problemas que no hemos sabido afrontar con la sabiduría de Dios, o porque nos sentimos cansados quizás porque estamos actuando en la carne más que en la gracia de Dios, o nos sentimos cansados aún de estar bien…en fin, pueden haber varias causas que nos llevan a desmayar en algunos momentos de la vida… si este es el contexto actual, hoy Dios quiere animarte y te está diciendo que no debemos desmayar PORQUE ÉL ES NUESTRO DIOS… no es un Dios pequeño, no es un Dios humano, es el único y verdadero grande Dios.
Jóvenes en este día Dios nos recuerda que EL TEMER y EL DESMAYAR van a aparecer en nuestra vida, pero igualmente nos anima a considerarlo a EL por sobre todo, cuando estas dos cosas aparezcan. Antes de buscar solucionar el temor y el desmayo con un tratamiento siquiátrico, o con un curso de superación o con programas de fin de semana, debemos BUSCAR a NUESTRO Dios hermoso que nos esfuerza, siempre nos ayuda, siempre nos sustenta con la diestra de su justicia (El Señor Jesucristo) para poder salir del TEMOR y EL DESMAYO en nuestra vida.
Que tengas un día lleno del Señor!!
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