lunes, 22 de febrero de 2010

¿Y COMO CREERAN EN AQUEL DE QUIEN NO HAN OIDO?


(Romanos 10:12-14) “Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?”

Hoy quiero utilizar este espacio para contarles un pequeño testimonio de mi vida. Hace unos meses Dios me regalo un trabajo, aparentemente sin propósito. La verdad acepte ese trabajo pensando en dejarlo muy pronto. Además, a medida que fui conociendo la empresa me fui dando cuenta del difícil ambiente laboral que existía. Y pasaban los días y yo seguía en la empresa y cada día me preguntaba por que Dios permitía que yo siguiera allá y entonces hacia mi trabajo sin mucho empeño.

Pero también a medida que pasaban los días, comencé a notar la necesidad tan grande y manifiesta que tenían mis compañeras de Dios. Y entonces comencé poco a poco a hablarles, hasta que un día y de una manera increíble dos de ellas me pidieron que les enseñara la Biblia de una forma mas formal. Y Dios permitió que la semana pasada iniciáramos los 4 estudios bíblicos con 3 de mis compañeras y con posibilidades de que el miércoles lleguen 2 más.

Cuento esto, por que Dios me enseño varias cosas con esta experiencia. Primero aprendí que Dios se ríe de nuestros planes. Hace 6 meses tenia pensado mi futuro con un escenario muy diferente, pero Dios me recordó que el es el dueño de mi vida.

Segundo recordé que donde abunda el pecado, sobreabunda la gracia. En mi vida he tenido más de 10 trabajos, y en el que menos hubiera pensado que podía hacer algo para Dios es en este, pero Dios abre puertas donde jamás podríamos imaginar.

Tercero, comprobé una vez más que todas las cosas que hacemos en nuestra vida, tienen sentido, en la medida que las utilizamos para el avance de la obra del señor. Mi trabajo actual tiene sentido por esas 3 niñas que semanalmente están aprendiendo la Biblia.

Y cuarto y más importante, la gente tiene un deseo impresionante de la palabra de Dios. Pero como dice el versículo de Romanos, ¿Cómo oirán sin haber quien les predique?

El desafío lo tenemos cada uno de nosotros. Nuestra familia, nuestros amigos, el colegio, los vecinos, la universidad, el trabajo, todos son grupos de personas que Dios pone en nuestra vida, para que hablemos de El. La gente quiere oír e invocar a Dios y nosotros tenemos el mensaje que quieren escuchar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que lindo!!

Ministerio de Jovenes LBDBUC dijo...

mucho animo con esta hermosa labor, que Dios se siga glorificando

diegorc