miércoles, 2 de diciembre de 2009

BALANCE DEL AÑO Y UN BROCHE DE ORO EN NAVIDAD

Empezó diciembre, para muchos el mejor de los meses del año. Un mes de vacaciones para los escolares y universitarios, un mes de buena remuneración para los empleados, un mes de encuentro para las familias, un mes de integración para los vecindarios, un mes de muchas ventas para los centros comerciales, un mes de regalos. Llegó el mes que cerrará este año.

¿Cómo estuvo tú 2009 y cómo vas a cerrarlo?

No pienses en la respuesta basándote en lo que el mundo se basa. No vamos a medir el éxito o fracaso del año por el trabajo que conseguimos o que dejamos. Tampoco por el crecimiento o disminución de nuestra cuenta de ahorros, ni por las cosas que compramos o vendimos.

Dios nos dice en su Palabra: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.” Juan 15:16

Fuimos elegidos por El Señor Jesucristo para ir y llevar fruto y que nuestro fruto permanezca. Ahora sí: ¿Cómo estuvo tu año, tu fruto?

Ese fruto de carácter que nos hace más parecidos a Jesús, llenos del Espíritu Santo, mostrando amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza. ¿Te pareces hoy más a Jesús que hace un año?

Además, está ese fruto de almas que han confesado el Nombre de Cristo. ¿Cuántos nuevos amigos te dejó el 2009? Jesús, en el mismo capítulo 15 de Juan, nos dijo: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.” Y Jesús puso su vida por nosotros, se ganó nuestra amistad y conquistó nuestro corazón, nos llenó de su amor para hacer más amigos, a través de nosotros y conquistar más corazones. ¿Cuántos nuevos hermanos en la fe nos dejará el 2009?

Empezó la navidad. Proclama esa historia fascínate y real de cómo Dios vino al mundo, valiéndose de un precioso vientre virginal para llegar a la tierra en la pequeña ciudad de Belén, en un humilde pesebre. Jesús nació, vivió, murió, fue sepultado y resucitó por nosotros y por todos aquellos que nos rodean, muchos de los cuales todavía miden sus vidas y celebran sus navidades alrededor de cosas que se acaban y sin sentido.

Estamos a tiempo de hacer de esta navidad un tiempo especial, un tiempo de Salvación, de luces si te gustan, de cantos y natillas, de regalos si puedes comprarlos o prefieres hacerlos, de ganar amigos, de aprovechar las mismas novenas dándoles el sentido real, siendo tú ese instrumento vivo, elegido por Dios, para que los que te rodean le digan con claro entendimiento a Jesús: Ven a nuestras almas!

Disfruta al máximo esta navidad y cierra el año anunciando la Verdad.

1 comentario:

MAC dijo...

Este año que esta acabando no pudo ser mejor, gracias a todos y cada uno de mis hermanos en la iglesia.

MAC