sábado, 23 de mayo de 2015

¡RESTAURACIÓN!

El pasado viernes 15 de mayo aprendíamos que Dios siempre está dispuesto a restaurarnos, relacionada con ese tema es la entrada del día de hoy y se refiere a la restauración del altar y el culto, la primera etapa en la reedificación del templo de  Dios en Jerusalén luego de la ejecución del decreto de Ciro el emperador de Persia como se encuentra descrito en Esdras 3:1-7: “Cuando llegó el mes séptimo, y estando los hijos de Israel ya establecidos en las ciudades, se juntó el pueblo como un solo hombre en Jerusalén. Entonces se levantaron Jesúa hijo de Josadac y sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel hijo de Salatiel y sus hermanos, y edificaron el altar del Dios de Israel, para ofrecer sobre él holocaustos, como está escrito en la ley de Moisés varón de Dios. Y colocaron el altar sobre su base, porque tenían miedo de los pueblos de las tierras, y ofrecieron sobre él holocaustos a Jehová, holocaustos por la mañana y por la tarde. Celebraron asimismo la fiesta solemne de los tabernáculos, como está escrito, y holocaustos cada día por orden conforme al rito, cada cosa en su día; además de esto, el holocausto continuo, las nuevas lunas, y todas las fiestas solemnes de Jehová, y todo sacrificio espontáneo, toda ofrenda voluntaria a Jehová. Desde el primer día del mes séptimo comenzaron a ofrecer holocaustos a Jehová; pero los cimientos del templo de Jehová no se habían echado todavía. Y dieron dinero a los albañiles y carpinteros; asimismo comida, bebida y aceite a los sidonios y tirios para que trajesen madera de cedro desde el Líbano por mar a Jope, conforme a la voluntad de Ciro rey de Persia acerca de esto.”

La restauración es la acción de volver una cosa o persona a su antigua condición, como en el caso de Israel podemos ver la gloria de Dios y sin embargo caer en alguna forma de cautividad o sometimiento a alguna circunstancia del mundo, para luego salir de ella con el poder del Señor.

El afán de restauración es una cuestión legitima del pueblo judío y fue la última pregunta que le hicieron a Jesús antes de que se elevase al cielo y quedó consignado en Hechos 1:6-9: “Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.”

Cuando estábamos en pecado antes de conocer de Cristo y aun conociéndole al recaer en las conductas que le desagradan debemos tener claro que siempre tendremos la oportunidad de ser restaurados por Dios y comenzar a reedificar lo que haya sido destruido como ocurrió con el pueblo de Israel que tuvo la oportunidad de volver a su tierra a reconstruir el templo de Dios.

Jóvenes, tengamos siempre presente I de Juan 1:9: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.”, confiando plenamente en su promesa para reparar nuestras vidas y aceptar su limpieza con pleno convencimiento y fe.  

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