jueves, 21 de mayo de 2015

A LOS 85 AÑOS… 40 AÑOS DESPÚES

Y los hijos de Judá vinieron a Josué en Gilgal; y Caleb, hijo de Jefone cenezeo, le dijo: Tú sabes lo que Jehová dijo a Moisés, varón de Dios, en Cades-barnea, tocante a mí y a ti. Yo era de edad de cuarenta años cuando Moisés siervo de Jehová me envió de Cades-barnea a reconocer la tierra; y yo le traje noticias como lo sentía en mi corazón. Y mis hermanos, los que habían subido conmigo, hicieron desfallecer el corazón del pueblo; pero yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios. Entonces Moisés juró diciendo: Ciertamente la tierra que holló tu pie será para ti, y para tus hijos en herencia perpetua, por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi Dios. Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años. Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar. Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas. Quizá Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho. Josué entonces le bendijo, y dio a Caleb hijo de Jefone a Hebrón por heredad.” – Josué 14:6-13.

Vemos en escena a Caleb hijo de Jefoné, reclamando lo que por “derecho” le pertenecía. Dios lo había prometido y Caleb cumplió siguiendo a Jehová su Dios; es por eso que en este momento y cuarenta y cinco años después él llega delante de Josúe a reclamar la tierra que finalmente heredaría.

Dos cosas que Dios me recordaba en esta porción:

Primera: Dios cumple lo que el mismo ha prometido. Él es veraz y no hay engaño en él. Algo que no podemos echar de menos es la actitud de Caleb. El cumplió siguiendo fielmente a Jehová su Dios. Como consecuencia de esto vino el cumplimiento de lo prometido.

Meditemos en esto. ¿Podemos esperar el cumplimiento de las promesas de Dios a nosotros como sus hijos? Caleb lo podía hacer y de hecho así lo hizo recibiendo lo esperado. En ocasiones no vemos el cumplimiento de Sus promesas en nuestra vida, porque no hemos hecho nuestra parte. Viene a mi mente Romanos 8:28. Pablo es categórico al afirmar que a los que aman a Dios (aquellos que guardan sus mandamientos), TODAS las cosas les ayudan a bien. ¿Seguimos fielmente al Señor? ¿Somos obedientes? ¿Marchamos a su Voz como lo hizo Caleb?

Segunda: Lo importante que es tener una buena vejez y esto por la gracia de Dios. Podemos pensar que estamos jóvenes y que no es hora de pensar en lo que vienen en los años futuros. Pero siendo prudentes vale la pena reflexionar en esto. Josue, con 85 años dice:

Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.

¡85 años! Y la fuerza de Caleb era como la que tenía cuando estaba en los 45. A esta edad avanzada tenía fuerzas para la guerra. Para salir y para entrar. Que como jóvenes seamos desafiados a seguir cumplidamente a Jehová nuestro Dios y porque no, si Él lo permite llegar a esas edad “avanzada” con todo el vigor y las fuerzas para librar la batalla espiritual que tenemos por delante.

Un abrazo y nos leemos mañana,

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