“Las moscas muertas hacen heder y dar mal
olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado como
sabio y honorable” – Eclesiastés
10:1.
Dios
nos ha dado el mandato como hijos suyos de hacer todo lo que hagamos, desde
comer y beber; para la Gloria de Él. De no ser tropiezo a judíos, gentiles ni a
la iglesia de Dios. De resplandecer como luminares en medio de este mundo que está
en tinieblas.
Esta
es nuestra responsabilidad. Ser luz para que otros conozcan al Dador de nuestra
Luz, a Jesucristo. El pasaje esta mañana en Eclesiastès nos muestra el efecto
que una pequeña mosca causa en el perfume del perfumista. Lo daña. Le da un mal olor. Lo echa a perder.
Así
una pequeña locura al que es estimado como sabio y honorable. Piénsalo. Una
pequeña locura. Un desliz. Una reacción. Una actitud. Una palabra. Una sola…lo
que sea locura, nos hace heder ante aquellos delante de quienes hemos sido
considerados como sabios y honorables.
Que
importante es cuidar nuestro testimonio y conducirnos en este mundo en el Temor
de Jehovà.
Un
abrazo y nos vemos mañana,
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