1 crónicas 29:10-14
“29:10 Asimismo se alegró mucho el rey
David, y bendijo a Jehová delante de toda la congregación; y dijo David:
Bendito seas tú, oh Jehová, Dios de Israel nuestro padre, desde el siglo y
hasta el siglo.
29:11 Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.
29:12 Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos.
29:13 Ahora pues, Dios nuestro, nosotros alabamos y loamos tu glorioso nombre.
29:14 Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos.”
29:11 Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.
29:12 Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos.
29:13 Ahora pues, Dios nuestro, nosotros alabamos y loamos tu glorioso nombre.
29:14 Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos.”
La grandeza de Dios esta muy bien definida
en esta porción de la biblia. Hoy quiero animarte a leer de nuevo estos
pasajes, y después de leerlos, leerlos nuevamente. Que cada versículo se
convierta en parte de tu oración diaria.
Que llenos de fe estas palabras salgan
de nuestro corazón. Suya es la magnificencia y el poder, la gloria y el honor, él
es el dueño del universo, el creador y por lo tanto es digno de nuestra
alabanza.
Reconozcamos lo pequeños que somos
delante de El, reconozcamos la dependencia que tenemos de Dios y entendamos que todo lo que tenemos es porque
él lo permite y que es un privilegio poder corresponderle con nuestras vidas, recursos y dones, todo lo que
el nos da.
Terminando, lee de nuevo este pasaje,
medita en el hoy, toda la semana, todo el mes y sin duda esto te va a conservar
sin pecado y con todo el ánimo voluntario de conformarte a la voluntad de Dios
y estar en su palabra.
Lindo día.
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