sábado, 16 de noviembre de 2013

EL EJEMPLO DE APOLOS


Esta semana aprovecho para escribir sobre un hombre de Dios llamado Apolos cuya historia se encuentra contenida en el capítulo 18 versículos 24 al 28 del libro de los Hechos de Los Apóstoles.

Las características de Apolos

En los versículos 24 y 25 del mencionado capítulo se describe a Apolos así:
Judío natural de Alejandría.
Varón elocuente.
Poderoso en las Escrituras.
Instruido en el camino del Señor.
De espíritu fervoroso.
Hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al Señor.

Aquí encontramos a un hombre que siendo judío creyó en Jesucristo y empleaba su facultad de hablar eficazmente  para el servicio del Señor, así mismo dominaba la palabra escrita de Dios, empleando los  conocimientos adquiridos sobre Jesús realizado su labor con entusiasmo siendo cuidadoso, exacto y activo en los asuntos espirituales.

El conocimiento limitado de Apolos

Sin embargo al final del versículo 25 del capítulo 8, la Biblia describe sobre Apolos lo siguiente: “… aunque solamente conocía el bautismo de Juan.” Continúa el versículo 26 describiendo esta situación: “Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga; pero cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron más exactamente el camino de Dios.”

Un hombre de Dios con tan buenas características que habla con brío, esfuerzo, valor e intrepidez con el conocimiento parcial sobre Jesucristo presentaba algunas falencias en su formación, razón por la cual dos hermanos viendo su forma de expresarse  le explicaron con detenimiento el sentido genuino de la doctrina del Señor.

Apolos enseña lo aprehendido

Finalmente en los versículos 27 y 28 encontramos narrado que: “Y queriendo él pasar a Acaya, los hermanos le animaron, y escribieron a los discípulos que le recibiesen; y llegado él allá, fue de gran provecho a los que por la gracia habían creído; porque con gran vehemencia refutaba públicamente a los judíos, demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo.”

Luego de afinar su conocimiento en torno al Señor vemos como Apolos pone nuevamente al servicio del Señor su capacidad retorica para hablar la Palabra, siendo de beneficio y utilidad para los creyentes en Cristo utilizando su ímpetu y pasión para contradecir  y rebatir con argumentos y razones bíblicas la incredulidad en Cristo probando su existencia hacer ver la verdad con plena certeza.

Jóvenes como en el caso de Apolos con la ayuda de la iglesia debemos edificarnos e instruirnos en la palabra a través del discipulado para ser los futuros maestros, líderes, misioneros y predicadores al Servicio de Dios  y convertirnos en esas mujeres y hombres elocuentes, que dominemos con poder nuestra Espada Espiritual, conociendo el camino que actualmente estamos caminando; hablando y enseñando diligentemente lo concerniente al Señor.

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