martes, 22 de octubre de 2013

PERMANECER EN ÉL

En las ultimas semanas Dios me ha permitido poner unas bases fuertes en cuanto a mi relación con él y me he puesto a meditar en una palabra que para Dios es clave en mi relación con él y es permanecer.
 
En primera de Juan constantemente está repitiendo una y otra vez esta palabra y sabemos en el estudio de la Biblia que cuando Dios hace mucho énfasis en algo es porque es bien importante y él como buen Padre quiere lo mejor para nosotros sus hijos y que andemos como es digno de él.
 
1 Juan 4: 15-18: "Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.
Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
 
Este pasaje nos desafía bastante y nos muestra que permanecemos en él por dos cosas:
 
1. Por confesar que Jesús es el Hijo de Dios. "Dios permanece en él, y él en Dios". Recuerdo Segunda de Corintios 5: 17: "De modo que si alguno está en Cristo (permanece en Cristo), nueva criatura es."
Cuando hago esta confesión creyendo en mi corazón y confesando con mi boca, permanezco en  Dios, no lo dejo, ahora es mi razón para vivir, mi propósito.
 
2. "Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él". Permanecer en amor.
Que es permanecer en amor, es permitir que Cristo se manifieste en nuestra vida; entonces como él es así somos nosotros en este mundo, en cada aspecto de nuestro vida, para que tengamos confianza en el día del juicio y no seamos avergonzados.
 
El deseo de Dios no es tan solo que permanezcamos en amor, sino que se perfeccione el amor en nosotros, ¿hasta cuando? la Biblia dice hasta que el día es perfecto, es decir, hasta que se manifieste Jesucristo nuestro Señor.
 
En el amor no hay temor, el perfecto amor echa fuera el temor si permanecemos en él.
 
El amor de Dios es su amado Hijo y quiere que permanezcamos en él para ser como él es en este mundo que necesita de Jesús.
 
Esta es su voluntad que nos conformemos a la imagen de su amado Hijo, nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
 
Un abrazo.

No hay comentarios: