lunes, 21 de octubre de 2013

UN CORAZÓN HUMILDE

Filipenses 2:3-8

“2:3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; 
2:4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.
2:5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
2:6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
2:7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
2:8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” 

Que buen ejemplo tenemos hoy para compartir como hijos de Dios. El ejemplo de nuestro señor Jesucristo como siervo siendo el más grande, el creador.

Hoy solo quiero pedir que no nos creamos los más o hagamos las cosas esperando el reconocimiento a cambio. Si el reconocimiento llega qué bueno y demos la gloria a Dios pero si no, sintamos  la misma satisfacción de haber hecho lo mejor con toda la  humildad.

Qué bueno ser competitivos, querer hacer las cosas mejor que los demás y hacerlas mejor que los demás; pero si es así no olvides quien te da la capacidad para ser el mejor.

Jesucristo siendo Dios se hizo hombre para servir y morir por cada uno de nosotros.  Sin no lo reconocemos en cada aspecto de nuestra vida y morimos a nuestros deseos para satisfacerlo a él, vamos por el camino equivocado.


Te animo a que vivas de esta forma de hoy en adelante y a que tengas un corazón humilde que agrade a Dios.

=)

No hay comentarios: