En el libro de los Hechos en el capítulo 7, vemos la muerte de un hombre que dio su vida por la causa de Cristo, este hombre era Esteban, un hombre que sin duda alguna mostraba a Jesús con su vida, porque tenía buen testimonio, era lleno del Espíritu Santo, de sabiduría, de gracia y de poder y su rostro era como rostro de ángel.
Pero fue necesario que él muriera para que muchos pudieran vivir para Jesús y conocer la verdad. Si lees los capítulos del 8 en adelante te darás cuenta que por su muerte hubo una gran persecución y los creyentes fueron esparcidos por Judea, por Samaria, y también por otras muchas partes y esto fue motivo para que muchos conocieran el evangelio y creyeran en Jesús, fueran salvos, como el Etíope Eunuco, Cornelio, griegos, en Antioquía y muchos lugares donde llegó la palabra.
Fue necesario que Jesús muriera para que nosotros tuviéramos vida en él; y ahora él quiere que muramos para que muchos tengan vida, morir a la carne, a nuestros deseos, a muchas cosas por amor de las almas de los hombres, es necesario que esto pase en nuestra vida, morir para dar vida.
Un abrazo.
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