SIGAMOS A JESÚS SIN EXCUSAS

En esto meditaba esta mañana al pasar por el capítulo 9 del evangelio de Lucas, un capitulo que fue trascendental para la vida de los discípulos de Jesús.

Una vez estudiando a Ezequiel, Dios le muestra toda su gloria, si lo recuerdas en el primer capítulo y sin duda fue algo que marco la vida de este hombre. Esto también paso con los discípulos en la transfiguración de Jesús, mostrándoles la gloria venidera de una manera sobrenatural y creo que sin duda esto también marco para siempre a estos hombres.

¿Ahora porque hablo de esto? Dios desea que no haya ninguna duda en nosotros al tomar la decisión de servirle, de seguirle a donde él quiera, y nos cautiva, nos muestra su gran gloria y creo que tanto tú como yo lo hemos sentido así y nos da unos ejemplos en su palabra para que quitemos toda excusa nuestra que nos impida servirle como él quiere.

Lucas 9: 57-62 “57. Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. 58. Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; más el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. 59. Y dijo a otro: Sígueme. El le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. 60. Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. 61. Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. 62. Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.”

Jesús no ha podido ser más claro, porque mirar hacia atrás, una mujer lo hizo y se convirtió en una estatua de sal, ¿lo recuerdas?

Dios quiere que dejemos las excusas y si él nos llama, vamos, pero nos llenamos de miedos o temores, o no queremos dejar ciertas cosas como de pronto la comodidad, o cosas buenas por supuesto como la familia, pero si Jesús nos llama debemos seguirle.

Dios está llamando, tocando a la puerta, para algunos a salvación y para otros a servirle y espera que respondamos a este llamado, que lo hagamos sin presentar excusas, dejando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndonos hacia lo que está delante y aún más alla, la gloria venidera en Cristo Jesús.

Un abrazo y que tengas un feliz dia.