Apocalipsis 3:20
“3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.”
Algo que dice específicamente este pasaje es que Jesús quiere cenar con nosotros y espera que esa cena sea especial.
Quiero que pienses en este momento en la última vez que tuviste una cena especial y en la que tu hallas sido el anfitrión. Esta cena pudo ser con amigos, con tu novio (a), familiares o compañeros de trabajo.
Lo primero que paso por tu cabeza fue que voy a ofrecer de comer, después de esto ir a hacer las compras correspondientes para preparar la comida, vestirte de chef y hacerlo con todo el empeño para que quede súper rico. Después ir a cambiarte y prepararte para la ocasión. Una vez llegan los invitados se ofrecen unos pasa bocas, algo de música de fondo, etc. en resumen se hace todo lo necesario para que se pase un tiempo especial que genere mayor fuerza en los lazos que los unen y por lo tanto crezca más la amistad.
Hoy quiero invitarte a prepararte de la misma forma para cenar con Jesús, una verdad que nos anima es que él está más ansioso que nosotros por ese tiempo. Que feo es cuando uno invita a alguien y esa persona no demuestra el mayor interés por ello o cuando somos invitados pero muy mal atendidos por quien nos invitó.
Prepararnos para esta cena, es esperar escuchar la voz de Dios en todo momento, meditar en su palabra, llenar poco a poco los ingredientes de obediencia a Dios para que se deleite con nuestro andar. Contarle a Dios todo sobre tu vida (te aseguro que él no se va a aburrir) y escuchar sus consejo sabio y seguro en su palabra.
Te invito hoy a que tengas la actitud diaria de que Jesús cene contigo todos los días. Que todo esté preparado para ello. Que la casa este ordenada, limpia, con olor agradable y el ambiente agradable. Esa casa eres tú, y estar lejos del pecado la mantendrá así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario