NINGUNO BUSQUE SU PROPIO BIEN, SINO EL DEL OTRO!

Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica. Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. 1 Corintios 10:23-24.

Este pasaje tiene un contraste especial. El vs. 23 nos dice que todo nos es lícito (esto suena a bienestar personal), mientras que el vs. 24 nos habla de buscar el bien de los demás y no el bien propio (aca ya hablamos del bienestar ajeno).

Si piensas que por el hecho de tener libertad en el Señor estás "autorizado" para hacer lo que quieras y aún pasar por encima de los demás persiguiendo tus intereses propios, mira muy bien y con detenimiento el vs. 24.

Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.

Vivimos en un mundo donde se nos enseña a buscar al bienestar propio. Debemos estar en primero, segundo y tercer lugar.

Nosotros somos la prioridad. Primero mis necesidades y bienestar y el resto del mundo que se espere.

Anoche El Señor senaló en mi vida (y de que forma) la manera tan egoísta como vivo en algunos momentos de mis días.

Esta tarde te animamos a que juntos pensemos de que formas podemos buscar el bien ajeno. Maneras prácticas de pensar en los demás dejando a un lado el bienestar propio.

Sugiero algunas:

1. Pon en tu canasta de mercado cosas que sabes le pueden servir a alguna familia en necesidad, aún renunciando a cosas que tu "necesitarías" (chocolates, helados, etc.)

2. Compra menos cosas para ti, y piensa en aquellas cosas que otros necesitan. Quizá lo que estas comprando para ti en realidad no lo necesites.

3. Regala las cosas que no estas usando y que pueden ser de utilidad para alguien mas.

4. Ayuda a los adultos de tu iglesia con las labores hogareñas que dificilmente ellos pueden realizar (trasteos, brigadas de aseo, etc).

5 Visita a los enfermos y de alguna manera muestrales el amor que Dios ha derramado en tu corazón.

Evaluémos nuestras vidas y meditemos en que otras maneras podemos dejar de pensar en nosotros mismos para buscar el bien de los demás.

Nos vemos mañana!