
Pero Dios por medio de la fragilidad de mi hija me ha hecho entender que solo Él es el encargado del crecimiento de mi hija. Obviamente a nosotros como padres nos corresponde darle todo el cuidado y el amor, pero únicamente Dios es quien se encargara de protegerla y de permitir que todo este proceso de crecimiento continúe como debe ser.
De hecho ya Dios nos ha mostrado su mano poderosa en el hecho de que no hubiera habido necesidad de incubadora. Es prácticamente imposible que un bebe de 2 libras no tenga que estar por unos buenos días en cuidados intensivos, pero cuando ese bebe está en las manos de Dios todo es posible.
Hoy quiero animarlos a confiar en Dios, porque a veces creemos que tenemos que “echarle una mano”. Simplemente “Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará” (Salmo 37:5).
5 comentarios:
Hermillan y Laurita.
Nos gozamos con ustedes por esta bendición. Dios está en control. Damos gracias al Señor por esta pequeñita.
Un abrazo y recuerden siempre cuanto les amamos.
Javier & Laura
Un fuerte abrazo a la familia Pieschacón y a esa nueva personita, que el señor bendiga a María José. Un abrazo.
Gracias a Dios por ese milagro tan hermoso, felicitaciones Laurita y German, un abrazo enorme.
Christian.
Preciosa Majo, un abrazo para la familia
Gracias a Dios por agrandar nuestra familia, bienvenida Maria Jose, felicitaciones Herman y Laura, por su fidelidad en Dios y por no dudar de su voluntad, que buen ejemplo.
Un Abrazo fuerte !!!
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