Vamos a estar estudiando (En parte y si Dios nos lo permite) el Salmo 51. Estas palabras de suplica del rey David momentos posteriores a todo lo que ha sucedido con Betsabé, su esposo Urías y el niño que ha muerto (de David y Betsabé), como “respuesta” de Dios al pecado cometido.
El rey David, hombre de quien El Señor mismo dejo registro que fue un varón conforme al corazón de Dios; peco y lo hizo en gran medida.
No obstante, esta oración muestra abiertamente su corazón arrepentido por los pecados cometidos y su determinación profunda de querer salir del valle en el que se encontraba.
Entre otras cosas vamos a aprender de la misericordia de Dios para con el hijo que ha fallado, de la actitud del corazón necesaria para ser restaurado, de la confesión genuina a Dios inundada de un arrepentimiento sincero y de la forma milagrosa y llena de gracia como Dios nos puede usar después de haber caído.
Si perteneces al ministerio de Baluarte te esperamos el sábado sin falta, si no perteneces al mismo te animamos a leer detenidamente en tu Biblia este salmo lleno de amor, perdón, arrepentimiento y restauración.
Un abrazo y nos vemos mañana,
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