jueves, 8 de septiembre de 2011

Dos malas decisiones

Entrada del miércoles

Ayer estuvimos aprendiendo con las parejas acerca de la paz que Dios nos da y vimos el ejemplo de Job, un varón que fue atacado externamente en todas las áreas de la vida de un creyente y vimos cual fue la actitud frente a todo lo que le pasaba, ayer nos quedo pendiente otro personaje que perdió la paz en su vida como resultado de sus malas decisiones, este hombre es el hijo prodigo, historia que Jesús relato en una parábola que cita Lucas 15:11-19.
Pensemos un poco en la exigencia que le hace este hijo menor, “dame la parte de los bienes que me corresponde”. Creo que este hijo estaba desde aquí mostrando su corazón pues estaba pidiendo algo que lo natural es que el padre lo de sin ninguna presión, sino bajo su voluntad o deseo o que los hijos lo reciban por el fallecimiento de su padre, pero lo que vemos es a un hijo interesado en el dinero, noten que este buen padre lo que hace es repartirles a los dos (“y les repartió los bienes”), un padre que trata con igualdad a todos sus hijos.
Este hijo pródigo, (pródigo, se define en el diccionario como: gastador y manirroto, que desprecia la vida u otra cosa muy estimable) tomo dos decisiones que lo llevaron a la ruina física y espiritual:
A)   Alejarse de la casa de su padre “se fue lejos” podemos ver esta aplicación devocional al creyente que decide alejarse de su familia espiritual, alejarse de la comunión con los hermanos, dejar de congregarse con la iglesia o con su ministerio, decide apartarse.

B)   La segunda mala decisión es que decide disfrutar de los deleites temporales, toma la decisión vivir para pecar, la biblia lo registra como “viviendo perdidamente

Estas decisiones lo llevan a ser disciplinado por Dios ya que se queda sin dinero “todo lo hubo malgastado”, cuando comenzó a faltarle entonces se tuvo que arrimar a un hacendado quien lo envía a trabajar con cerdos, no se sabe bien cual era su trabajo lo que si se ve es que era un trabajo donde no podía ni comer algo que deseaba debido a su hambre, las algarrobas de los cerdos, las algarrobas son una planta leguminosa de flores blancas y semillas pardas con las que se alimentaban estos animales, este manirroto estaba angustiado, en su angustia recordó su casa, su familia, las bendiciones que allí tenía y resumiendo la historia decide volver y es recibido con los brazos abiertos.
Para terminar quiero dejar unos pasajes que hablan de este volver a tener comunión con Dios para que los lean. Salmos 51, Job 22:21-23 Romanos 8:6, salmos 34:14.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que lindo mensaje