martes, 27 de septiembre de 2011

JACOB Y ESAÚ

(Génesis 25:27-34) “Y crecieron los niños, y Esaú fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Jacob era varón quieto, que habitaba en tiendas. Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza; mas Rebeca amaba a Jacob. Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado, dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom. Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura. Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.


 Génesis 25 nos muestra la historia de dos hermanos gemelos (Esaú y Jacob), hijos de Isaac y Rebeca.  Dos muchachos bastante diferentes en sus personalidades y aun en el valor que le dieron a las cosas importantes de la vida, de ahí el mal negocio que hizo Esaú y la manera como Jacob aprovecha su debilidad para obtener la primogenitura de Esaú.


 La historia nos cuenta que Jacob había guisado un potaje de lentejas, y Esaú llega cansado y con hambre de su cacería, por lo que para él era más urgente satisfacer sus deseos físicos que pensar en cosas profundas como su primogenitura, cosa que aprovecha Jacob para tomar parte y sacar provecho; Además el conocía el valor de las bendiciones de Dios, cosa que Esaú ignoraba o demeritaba por andar pensando en satisfacer sus deseos carnales.


 Este pasaje Dios me enseña como la juventud puede hacernos desechar o tener en poco las cosas valiosas que Dios tiene para nosotros en el futuro. Podemos  perder grandes bendiciones por escoger las cosas inmediatas que el mundo nos ofrece, es por eso que Dios me cuestionaba en cuanto, a ¿qué pasa cuando el ser humano hace cosas que van en contra del plan de Dios? 

El versículo 34 da la moraleja de la historia: "Así menospreció Esaú la primogenitura." Era el propósito de Dios bendecir a Jacob, y lo hubiera hecho sin el engaño de Jacob. Pero Esaú no valoró su primogenitura debido a que era esclavo de sus instintos físicos.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

(O_O)

Diego Julian Peña Ibañez. dijo...

Que buena reflexion, nos invita a pedir consejo de Dios en cualquier situacion que se presenta en nuestras vidas, no tomar decisones en la carne, sino bajo la direccion de nuestro señor.
Muchas gracias.