viernes, 29 de julio de 2011

SENSIBLES A LAS NECESIDADES DE LA GENTE



Hoy tuve un día particularmente difícil por asuntos referentes al trabajo, y el cual me sensibilizó el corazón aún cuando las circunstancias a simple vista no lo ameritaban.

Tuve la responsabilidad junto a otro hombre; de hablar con una trabajadora que llevaba cerca de 15 años al servicio de esta empresa, para darle la dura noticia de que hasta el día de hoy trabajaría con nosotros.

Créeme que dar una noticia de este calibre es algo que pone a temblar nuestras manos, a latir nuestro corazón un poco más fuerte y a sentir sensaciones extrañas dentro de nuestro cuerpo. En estos años que Dios me ha permitido trabajar, es la primera ocasión en la que literalmente quería salir corriendo y no tener nada que ver con este asunto. Sin embargo El Señor me permitió estar ahí con un propósito.

Recordé claramente el momento en Juan 11 cuando Jesús es conmovido hasta sus entrañas, al ver el dolor que estaban sintiendo las personas allegadas a Lázaro quien hace unos momentos había muerto.

Jesús llega a la escena y al ver tanto dolor y tristeza juntos, se conmueve al punto de que las lágrimas comienzan a bajar por sus ojos. Me impacta ver la forma como Jesús, Dios mismo, el Creador del universo entero; es tocado por las necesidades de esta gente, y es llevado a ese punto en el que literalmente llora.

Entiendo que son dos escenas muy diferentes, pero la que viví hoy, sin llegarle a los tobillos a lo que Jesús vivió, me tocó los hilos más sensibles de mi corazón.

Había causas justas para tomar esta decisión, había una misma mente entre los que tomaron esa decisión, no había duda alguna de que esa decisión se debía tomar; sin embargo, no puedo dejar de sentirme tocado por las necesidades de esta mujer.

¿Cuál es mi parte? Creo que empezar orando para que Dios use esto en la vida de ella para humillarla y llevarla al conocimiento de la verdad es un buen inicio.

¿Qué más puedo hacer? Quizá orar para que Dios le provea los recursos que necesita (créeme que los necesita) mientras recibe un nuevo empleo. ¿Algo más? Una llamada de vez en cuando para ver como van las cosas en su vida no le caería mal.

¿Me quedo ahí? Te animo a que te preguntes que tanto te tocan las necesidades de los demás y que estas dispuesto a hacer para que Dios te utilice como ese instrumento para suplir de alguna manera las mismas.

Que tengas un buen fin de semana,

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