sábado, 30 de julio de 2011

MI INTIMIDAD CON DIOS… LO MÁS IMPORTANTE


En esta entrada del blog, quiero aprovechar para contarte brevemente lo que trataremos hoy con el ministerio de jóvenes de baluarte, uno de los temas más importantes que habla la palabra de Dios, nuestra intimidad con el Señor y vamos a estudiar Levítico 26: 3-4 que nos dice: “Si andaréis en mis decretos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su fruto.”

Lo primero que Dios nos enseña es que nuestra intimidad con El se ve reflejada en nuestro andar.
Para que reflexionemos un poco te pregunto: ¿Cómo es tu andar en la casa, con tus hermanos en la fe y con el mundo perdido? ¿Estamos dejando que Dios guie nuestros pasos? ¿Estamos dando pasos de fe? Meditemos en estas preguntas, mira como es tu relación con Dios y tendrás las respuestas.

También nuestra intimidad con Dios se refleja en lo que guardamos en el corazón.

Aunque el pasaje no lo menciona en muchas partes de la Biblia Dios nos dice que el corazón es el lugar donde debe estar guardada su palabra, entonces ¿Guardo mi corazón? ¿Qué cosas guardo en mi corazón? Recordemos que en el corazón mana la vida Proverbios 4: 20-23. Jesús lo hizo, recordemos cuando fue tentado por Satanás, el guardar la palabra lo ayudo a vencer la tentación.

Por último, nuestra intimidad con Dios se refleja en nuestra obediencia.

Te recomiendo que leas Filipenses 2: 5-8. Jesús fue obediente hasta la muerte y muerte de cruz y se sometió a la voluntad del Padre “No sea como yo quiero sino como tú”.
Estas cosas que hemos visto solo las podremos lograr si el amor del Padre está en nosotros, es decir, si Jesús está en nuestro cora zón, en nuestra vida. Cristo puede nosotros no.

Y para terminar si andamos en sus decretos y guardamos sus mandamientos, y los ponemos por obra, la promesa de Dios es que nos dará sus bendiciones en su tiempo, nos dará fruto, cumplirá sus promesas en nuestra vida.

Mi invitación final es que no dejemos a Dios fuera de nuestras vidas, la mayor bendición que podemos tener es esa intimidad con El, Dios es lo mejor que nos ha pasado en la vida y gracias a Jesús, a su muerte nos acerco al Padre para cenar con El y El con nosotros. Recuerda que es lo más importante.

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