martes, 15 de febrero de 2011

MI DIOS, PUES, SUPLIRÁ TODO…

Filipenses 4:19 “19Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”

Cuando despierta nuestro hijo cada mañana veo su sonrisa y la naturalidad con la que acude a mi abrazo. Igualmente cuando llego al medio día o por la noche, una vez abro la puerta va corriendo a mi encuentro para saludarme con un fuerte abrazo que me hace caer al piso. Cuando se le daña algo de sus juguetes me pide de manera confiada que yo se lo arregle, teniendo la plena fe de que yo lo arreglaré. Cuando lo baño confía en que el agua estará a punto y que lo sostendré seguramente, cuando siente tristeza me busca para encontrar un abrazo, … hay muchos ejemplos de la vida de padre y madre y muy seguramente nos llegamos a equivocar…

Lo anterior es solo un comentario de la cotidianidad de un hogar, la dependencia que tiene un hijo de sus padres y lo interesamos que están sus padres en su cuidado cada día. Pienso ahora en que tenemos un Padre en los cielos que es perfecto, que nunca se equivoca (nosotros si nos equivocamos) y que es quien puede SUPLIR TODO LO QUE NOS FALTA CONFORME A LAS RIQUEZAS EN GLORIA EN CRISTO JESUS. El es el único que SUPLE TODO, que llena todo en todo, que puede llenar nuestra vida de propósito, puede llenarnos de bendiciones a cada momento, puede usarnos con su poder…

Tal vez hoy en tu vida te sientas solo, triste, cansado, sin rumbo, sin ilusiones, sin anhelos y sin sueños, sin ganas de vivir, traicionado por alguien… o simplemente pienses como la frase del Pibe “… todo bien, todo bien”.. pero realmente estás perdiendo todos los partidos como la selección… o te falta el gol cada día…

Cada día es una oportunidad para correr a los brazos de Jesús y desear que ÉL esté presente en cada momento de nuestra vida. Solo Dios puede saciar nuestras vidas aunque todo lo demás falle. En nuestra vida hay necesidades que solo Dios puede satisfacer por completo. Un error es buscar saciar mis necesidades a través de cosas inestables como el dinero, la salud, incluso el afecto y buenas intenciones de alguien. Lo correcto es conectarme a Dios a través de su Palabra y la Oración, porque él es lo único que nunca cambia, su fidelidad, su verdad, sus promesas son eternas, siempre permanecen.

Que tengas un día lleno del Señor!!!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Excellent Post...!

roxana dijo...

tal cual, gracias por escribir y compartir todo el conocimiento de la palabra de Dios.