13Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. 14Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien. 15No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra. 16Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas. – Salmo 139.
Este salmo nos habla de la manera tan detallada y cuidadosa como Dios nos creó. Medita por un instante en cada frase de este pasaje y recuerda siempre los siguientes aspectos:
Dios formó tus entrañas. Todo cuanto existe dentro de ti.
El te hizo en el vientre de tu madre. Eres obra literal de las manos de tu creador.
Eso amerita que tú alabes a tu creador. Que te maravilles por la obra formidable de Sus Manos.
Tu cuerpo jamás ha sido encubierto ante los ojos de aquel que te creó. Fuiste formado en oculto tan solo donde Dios te podía observar.
Sus manos entretejieron cada parte de tu cuerpo sin que faltara cosa alguna. Tu embrión estuvo delante de sus ojos y todo tú; fuiste la obra perfecta de aquel que te dio el soplo de la vida.
No importa si eres gordo, flaco, peludo, calvo, alto, bajito, o lo que sea. Mirate en el espejo y da gracias a Tu Señor por haberte creado tal y como lo hizo. Incluso si hay partes de tu cuerpo con las que no te sientes muy a gusto.
Nos vemos mañana,
Este salmo nos habla de la manera tan detallada y cuidadosa como Dios nos creó. Medita por un instante en cada frase de este pasaje y recuerda siempre los siguientes aspectos:
Dios formó tus entrañas. Todo cuanto existe dentro de ti.
El te hizo en el vientre de tu madre. Eres obra literal de las manos de tu creador.
Eso amerita que tú alabes a tu creador. Que te maravilles por la obra formidable de Sus Manos.
Tu cuerpo jamás ha sido encubierto ante los ojos de aquel que te creó. Fuiste formado en oculto tan solo donde Dios te podía observar.
Sus manos entretejieron cada parte de tu cuerpo sin que faltara cosa alguna. Tu embrión estuvo delante de sus ojos y todo tú; fuiste la obra perfecta de aquel que te dio el soplo de la vida.
No importa si eres gordo, flaco, peludo, calvo, alto, bajito, o lo que sea. Mirate en el espejo y da gracias a Tu Señor por haberte creado tal y como lo hizo. Incluso si hay partes de tu cuerpo con las que no te sientes muy a gusto.
Nos vemos mañana,
2 comentarios:
Gracias Señor!!
todo lo hizo de una forma muy perfecta, gracias a él somos!
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