miércoles, 10 de febrero de 2010

LA OFRENDA DE LA VIUDA POBRE


Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas. Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas. Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos. Porque todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; más ésta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía... Lucas 21:1-4


Si los dos centavos de la viuda pobre hubieran sido depositados en el primer Banco Nacional de Jerusalén con cuatro por ciento de interés anual, se calcula que hoy en día tendría un valor de $4.800.000.000.000.000.000.000 dólares.


Si un banco aquí en la tierra puede multiplicar dos centavos a una cifra tan astronómica, piensa por un momento del tesoro que esta viuda tendrá en el cielo, “donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.”


Resalto... Porque todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; más ésta, DE SU POBREZA ECHÓ TODO EL SUSTENTO QUE TENÍA.


Nos vemos mañana,

1 comentario:

Anónimo dijo...

sin duda alguna, a Dios hay que entregarle lo mejor de lo mejor.