Si Dios es mi luz y
mi salvación, no debo temer a nadie más, si Dios es la fortaleza de mi vida, no
tengo porqué atemorizarme de nada ni de nadie, debo depositar toda mi confianza
en ÉL, y esperar en Él.
1
Jehová es mi luz y mi salvación;
¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? 2 Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis
angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y
cayeron. 3 Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi
corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado. 4 Una
cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de
Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de
Jehová, y para inquirir en su templo. 5 Porque él me
esconderá en su tabernáculo en el día del mal; Me ocultará en lo reservado
de su morada; Sobre una roca me pondrá en alto. 6 Luego
levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, Y yo sacrificaré
en su tabernáculo sacrificios de júbilo; Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová.
- Salmo 27:1-6
Aunque parezca que
el momento que vivimos es un momento de total abandono de parte de nuestros
supuestos “amigos”, todos ellos nos han volteado la espalda, nos rechazan, se
burlan, aún nos persiguen al negarnos el mismo trabajo. La promesa de DIOS es
que ellos tropezarán y caerán, aunque no es lo que queremos, pero Dios nos
promete victoria, no necesariamente haciéndoles daño.
Esperemos a que
Dios nos saque adelante, sin tener temores de ninguna clase, sino entregándole
a ÉL TODAS nuestras cargas. Nuestro clamor a Dios debe ser que yo y mi familia
sirvamos a Jehová TODOS los días de nuestra vida, hasta que ÉL nos lleve a su
presencia.
Dios nos promete
victoria y que nunca nos va a abandonar. Nuestra FE no debe desfallecer.
Debemos esperar en ÉL.
Varias cosas
importantes para recordar y VIVIR:
- No temer a nadie, confiar en Dios
- No atemorizarme de nadie, confiar en Jehová que es la fortaleza de mi vida.
- Esperar confiadamente en la ayuda de Dios y entregarme de lleno a ÉL.
- Así se junten TODOS contra nosotros, debemos vivir confiados en el Señor.
- No temer al hombre, sino temer a Dios que puede poner y quitar la vida
- Clamar a Dios para que nos permita seguir trabajando para ÉL sin desfallecer.
- Aprender a vivir con lo que DIOS NOS DA, y servirle realmente de corazón y desinteresadamente.
- Entender que las promesas de Dios son REALES y que nunca nos va a desamparar.
Un BOSQUEJO sencillo que
resume la enseñanza…
1. En ÉL puedo confiar
plenamente (Vs 1-3)
2. A ÉL puedo suplicar MI
PROTECCIÓN en medio de la maldad (Vs 4-5)
3. En ÉL tendré la VICTORIA
(Vs 6)
Dios vuelve y nos recuerda nuestra CONFIANZA
en Dios, Él es nuestra LUZ y nuestra SALVACIÓN. ÉL es un Dios amoroso y protector, que permite pruebas
muy duras en nuestras vidas, pero jamás nos va a desamparar.
Impacta ver la enseñanza de David en cuanto a servir al Señor todos los
días de su vida, tal como debemos hacerlo nosotros, dispuestos a hacer lo que
sea con la plena certeza de que Dios siempre estará a nuestro lado.
Apliquémoslo, sirviendo
a Dios y a su Obra de una manera TOTAL, integra, desinteresada, enfrentando las
situaciones que tengamos que enfrentar, aun humillaciones, en silencio,
descargando todas nuestra angustias sobre ÉL, y esperando su guía absoluta a
fin de no equivocarnos en nada.
Dios y yo somos mayoría. Adelante…
Fabio
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