La Palabra de Dios
ha sido escrita con el propósito de que la conozcamos, la interioricemos y la
VIVAMOS. Es por eso, que Dios nos pide que tenemos que guardarla en nuestro
corazón, en nuestra alma y atarla a nuestras manos, y que siempre esté ante
nuestros ojos, a fin de poderla vivir y enseñar oportunamente a quien la
necesite (Todos), empezando por nuestros hijos, por nuestra casa y adonde sea
que vayamos, sin avergonzarnos de mostrar que es nuestra guía. No debemos
avergonzarnos de escribirla aun en las paredes o donde Dios nos muestre que
debemos hacerlo.
8Guardad,
pues, todos los mandamientos que yo os prescribo hoy, para que seáis fortalecidos, y entréis y poseáis
la tierra a la cual pasáis para tomarla; 9y para que os sean
prolongados los días sobre la tierra, de la cual juró Jehová a vuestros
padres, que había de darla a ellos y a su descendencia, tierra que fluye leche
y miel. 10La tierra a la cual entras para tomarla no es como la
tierra de Egipto de donde habéis salido, donde sembrabas tu semilla, y regabas
con tu pie, como huerto de hortaliza. 11La
tierra a la cual pasáis para tomarla es tierra de montes y de vegas, que bebe las aguas de la lluvia del cielo;
12tierra de la cual Jehová tu Dios cuida; siempre están sobre ella los
ojos de Jehová tu Dios, desde el principio del año hasta el fin.
13Si
obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Jehová vuestro Dios, y
sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma, 14yo
daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y
recogerás tu grano, tu vino y tu aceite. 15Daré también hierba en tu
campo para tus ganados; y comerás, y te saciarás. 16Guardaos,
pues, que vuestro corazón no se infatúe, y os apartéis y sirváis a dioses
ajenos, y os inclinéis a ellos; 17y se encienda el furor de
Jehová sobre vosotros, y cierre los cielos, y no haya lluvia, ni la tierra dé
su fruto, y perezcáis pronto de la buena tierra que os da Jehová.18Por
tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las
ataréis como señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos.
19Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa,
cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes, 20y
las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas; 21para que sean vuestros días,
y los días de vuestros hijos, tan numerosos sobre la tierra que Jehová juró a
vuestros padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la
tierra.
22Porque
si guardareis cuidadosamente todos estos mandamientos que yo os prescribo para que los cumpláis, y si
amareis a Jehová vuestro Dios, andando en todos sus caminos, y siguiéndole a él,
23Jehová también echará de delante de vosotros a todas estas naciones, y
desposeeréis naciones grandes y más poderosas que vosotros. 24Todo
lugar que pisare la planta de vuestro pie será vuestro; desde el desierto
hasta el Líbano, desde el río Eufrates hasta el mar occidental será vuestro
territorio. 25Nadie se sostendrá delante de vosotros; miedo y temor de vosotros
pondrá Jehová vuestro Dios sobre toda la tierra que pisareis, como él os ha
dicho.26He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: 27la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová
vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, 28y la maldición, si no
oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que
yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido. 29Y
cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra a la cual vas para
tomarla, pondrás la bendición sobre el monte Gerizim, y la maldición sobre el
monte Ebal, 30los
cuales están al otro lado del Jordán, tras el camino del occidente en la tierra
del cananeo, que habita en el Arabá frente a Gilgal, junto al encinar de More.
31Porque vosotros pasáis el Jordán para ir a poseer la tierra que os
da Jehová vuestro Dios; y la tomaréis, y habitaréis en ella. 32Cuidaréis,
pues, de cumplir todos los estatutos y decretos que yo presento hoy delante de
vosotros. - Deu 11:8-32
La generosa y sabia
invitación de Dios siempre ha sido a que le obedezcamos, a que entendamos que
la obra es suya y no de nosotros. Y si estamos dispuestos a obedecerle, Él nos
promete bendiciones, nos promete victoria, nos promete que nos dará a Colombia
y a las naciones para Cristo. Nosotros no tenemos que inventarnos nada, lo que
tenemos que hacer es entregarnos en sus brazos, abrir nuestros oídos y
escucharlo, obedeciéndole al pie de la letra, entendiendo que ÉL es Dios y que
no se equivoca.
Si ASÍ lo hacemos, Dios nos
promete, que nos entregará la tierra a donde nos mande, y que ÉL vencerá a
nuestros enemigos y que conquistaremos esas tierras para ÉL. Tenemos que dejar
de complicar las cosas, y hacer nuestra tarea con sencillez y humildad,
entendiendo que dependemos 100% de ÉL y que así haya la oposición que haya,
tomados de su mano, no desfalleceremos.
Dios no obliga a
nadie a que haga lo que ÉL quiere, siempre nos ha mostrado esos DOS caminos y
nos ha puesto a elegir. Hoy específicamente en Deuteronomio nos muestra que ÉL
pone delante de nosotros la BENDICIÓN y la MALDICIÓN. Seremos bendecidos cuando
OIMOS sus mandamientos, es decir cuando los guardamos y los ponemos por obra,
mas habrá MALDICIÓN sobre nosotros cuando NO OIMOS, y nos apartamos de SUS CAMINOS,
yendo en pos del mundo, detrás de los ídolos de nuestro corazón…
Mi oración permanente
debe ser para que YO y mi familia SIRVAMOS a Jehová, con la plena certeza de
que ÉL nos señalará el Camino correcto y nos llevará a buenos pastos,
protegiéndonos, ayudándonos y tendiéndonos su generosa mano. Las instrucciones
de Dios son muy precisas y sus promesas son reales y exactas. Así como dio
mandamientos e hizo promesas a su pueblo Israel, así lo hace hoy con nosotros, debemos estar completamente seguros de
obedecerlo en todo a fin de poder apropiarnos de sus promesas.
MUCHAS enseñanzas
bien CLARAS y PRECISAS:
- Conocer, interiorizar y vivir la Palabra de Dios
- Proclamar su Palabra, empezando por casa, por nuestros hijos y a cualquier lugar a donde fuésemos enviados.
- Confiar en las promesas de Dios cuando somos fieles y obedientes a sus mandamientos.
- Guardar cada uno de los mandamientos de Dios
- Trabajar la Obra de acuerdo a sus directrices y no a las nuestras
- Seguir siempre a Dios y a sus sabios consejos.
- Confiar plenamente en que Dios nos dará la tierra prometida : Colombia para Cristo, Las naciones para Cristo.
- Ir confiadamente a las misiones entendiendo que Dios va delante de nosotros.
- Escoger el camino correcto, el de la bendición
- Obedecer a Dios, oyendo y viviendo cada uno de sus Mandamientos
- No apartarnos del Camino que ÉL nos ha señalado
- No ir tras dioses ajenos, los ídolos que el mundo nos ofrece.
- Ir a tomar las tierras que Dios nos ha dado, cuidando de todos los estatutos y decretos que Dios nos da.
Podemos RESUMIRLO en TRES
puntos:
1. Dios exige OBEDIENCIA
para darnos la tierra (Vs 8-12)
2. Promesas si guardamos
nuestro corazón (Vs 13-21)
3. El FRUTO de la obediencia
y las CONSECUENCIAS de la desobediencia (Vs 22-32)
Dios nos da el
libre albedrio y nos muestra los resultados Bendición o Maldición, nosotros
escogemos
Una preciosa enseñanza que viene de un Dios muy GENTIL, el cuál no
obliga a nadie, nos da el libre albedrío, nos muestra las puertas, los caminos,
lo bueno y lo malo, la bendición y la maldición y nos deja que escojamos
libremente lo que queramos.
Realmente es sorprendente ver la forma en que Dios con toda su gentileza
nos ADVIERTE sobre las CONSECUENCIAS de seguirlo a ÉL o de rechazarlos. Más
claro no se puede.
Apliquémoslo
jóvenes, escudriñando cada uno de sus mandamientos y OBEDECIENDOLOS. Sopesando
cada instante de nuestras vidas antes de tomar cualquier decisión, analizando si
agradará a Dios o NO. No dando pasos en falso y estando dispuestos a ganar a
Colombia y a las naciones para Cristo en el tiempo que DIOS nos señalare,
obedeciéndole fielmente en todo.
Adelante, firme con
tus propósitos para el 2017
Fabio
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